El Girona FC ha confirmado vía Twitter este pasado domingo que Farid Boulaya, centrocampista argelino que llegó este pasado verano al conjunto catalán, estará a prueba en el Metz francés durante toda la semana para ver si finalmente se completa su traspaso en forma de cesión al club del país vecino. Boulaya busca así salir del Girona, donde entre problemas de adaptación y lesiones no ha gozado de los minutos que deseaba.
Un fichaje estrellado
Farid Boulaya fue una de las incorporaciones que llegaron este verano a Girona. El mediapunta argelino de 24 años llegó procedente del Bastia francés y firmó hasta 2020, siendo una apuesta de presente y futuro para el club catalán. Pese a esto, Boulaya está a un paso de salir en este mismo mercado de invierno, ni 6 meses después de su llegada. Los motivos de su decisión de salir del Girona se fundamentan en las continuas lesiones y en la falta de adaptación al nuevo entorno que ha mostrado Boulaya desde su llegada al club. De hecho, tras dieciocho jornadas, el centrocampista era, junto al capitán Eloi Amagat, el único miembro de la plantilla gerundense que todavía no había jugado ni un solo minuto de liga. De hecho, hasta el momento, Boulaya tan solo había defendido la camiseta rojiblanca en un partido oficial: en la vuelta de la eliminatoria de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Levante.
El jugador, fue una apuesta personal de Quique Cárcel, que apuntó desde el primer momento que el jugador tenía un potencial enorme y una técnica privilegiada pero no se ha adaptado al Girona, ni tampoco a las exigencias de su entrenador, lo que le ha llevado a jugar tan solo un partido en 6 meses. Con esta baja, aún por confirmar, el equipo se quedaría con 23 fichas, a la espera de que pueda salir algún jugador más, por lo que lo más previsible es que lleguen varios jugadores en este mercado de invierno. Por ahora, las prioridades de Cárcel son incorporar un delantero y un carrilero, que aumenten la competencia en el equipo.
.