Momentos de pánico. La imagen resultó más que impactante. Se acercaba el final de la primera parte del Levante UD contra el Mirandés, el pasado fin de semana en el estadio Ciutat de València, cuando el capitán granota, Pedro López, saltó al cielo en busca de un balón, chocó con la cabeza de Usero -atacante rojillo- y cayó al verde de Orriols quedándose inmóvil y semi-inconsciente.
El Ciutat quedó mudo, a sabiendas de lo peligroso que podría resultar el golpe para el defensor granota. Jason, enseguida acudió a su ayuda. Pronto se apiñaron todos sus compañeros, junto a Muñiz y los médicos del club, y tras más de tres minutos de infarto, el capitán se retiró ovacionado del estadio. Pedro López pasó la noche ingresado en la Clínica Quirón de Valencia en un estado de observación aunque con tranquilidad, porque se estimaba que el traumatismo craneoencefálico iba a quedarse en un susto.
Y así fue. Pronto mandó un mensaje de calma dirigido a la afición. No recordaba nada del momento en que perdió el conocimiento, ni del partido. El domingo por la mañana, el defensor se sometió a un TAC y posteriormente, recibió el alta.
No hay descanso para él. Hoy, tras solo dos días desde el tremendo golpe, el capitán ha regresado al a Ciudad Deportiva de Buñol. Tras someterse a todo tipo de preguntas sobre su estado físico de sus compañeros, se ha vestido de corto y, aunque no haya entrenado con el resto de la plantilla, ha visitado la sala médica de Buñol y el gimnasio. Durante una hora y media ha alternado trabajo de fisioterapia con recuperación en la sala de máquinas. “Sus sensaciones serán determinantes para dictaminar su inclusión al grupo”, leemos en una nota que esta misma mañana ha comunicado el club. Sin embargo, todavía siente molestias en su espalda, por el fuerte golpe y en la zona del cuello.
Las intenciones del lateral diestro levantino son las de regresar cuanto antes. Un motivo más que reseñable que muestra la implicación y profesionalidad del de Torrent con su equipo.