210 minutos necesitó el Girona para alcanzar la final. Dos partidos y una prórroga para batir a un aguerrido Córdoba, que lo dio todo para pasar de ronda y puso contra las cuerdas a los catalanes. Osasuna, por su parte, no necesitó prórroga para despachar al Nàstic. Los navarros no se confiaron y volvieron a golear al conjunto grana. Ambas escuadras están, como mínimo, a 180 minutos de lograr el tan ansiado ascenso a Primera División. O, como prefiere decir Enrique Martín, tienen por delante cuatro partidos de 45 minutos que hay que ganar.

Dos caminos, misma meta

Osasuna acude a la cita con la final en su mejor momento de la temporada. Viene de anotarle la nada desdeñable cifra de seis goles al Gimnàstic de Tarragona, 3-1 y 2-3. Todo el equipo se encuentra en un estado de forma espectacular, pero nadie como Mikel Merino. El pivote rojillo está de dulce, le sale todo y ha destapado su faceta goleadora. El tener al lado a un hombre como Manuel Sánchez le está ayudando a ello: se ha liberado de tareas defensivas y está siendo capaz de desplegar toda su magia. El miércoles disputará su último partido en El Sadar (ya ha fichado por el Borussia Dortmund), y su despedida debe ser a lo grande.

Por el contrario, el Girona sufrió para llegar a la última ronda de la fase de ascenso. Los albirrojos partían con desventaja tras la victoria del Córdoba en la ida por 2-1. Y las cosas se le ponían todavía más en contra tras empezar perdiendo el partido de vuelta. Pero fueron capaces de dar un giro al marcador y a la eliminatoria. Forzaron la prórroga y, no sin sudar, lograron otro tanto, la victoria (3-1) y el billete a la final.

El Sadar rugirá de nuevo

En Pamplona se espera que El Sadar sea una caldera el miércoles. El lunes, poco después de abrirse las taquillas del estadio, las entradas se agotaron. Se espera, pues, un lleno absoluto y una olla a presión. El Sadar de las grandes citas volverá a verse para llevar en volandas a los suyos de vuelta a Primera, y también para, pase lo que pase, despedir por todo lo alto una temporada que ha sido, a todas luces, magnífica para Osasuna. Quien no llegara a tiempo para adquirir una localidad podrá ver el duelo, nuevamente, en una pantalla gigante en la sala Zentral, tal y como ocurriera el pasado sábado.

Una eliminatoria al 50%

Si bien Osasuna no conoce la victoria frente al Girona durante las dos campañas que lleva en la Liga Adelante, la eliminatoria será igualada. El ya mencionado gran momento de los navarros contrasta con algunas dificultades que tendrán que superar los catalanes. En primer lugar, estos han tenido un día menos de descanso, ya que jugaron el domingo, a lo que hay que sumarle los 30 minutos extra de la prórroga que tuvieron que disputar. Y, en segundo lugar, habrá que analizar cómo les afectará anímicamente este partido. Cabe recordar que, la campaña pasada, el Girona cayó eliminado en semifinales frente al Zaragoza, tras vencer en la ida por 3-0. Este hecho, unido a lo sufrido la presente temporada para pasar a la final, puede hacer mella anímicamente en los gerundenses.

Las dos plantillas casi al completo

Enrique Martín Monreal tiene a su disponibilidad a la plantilla al completo. El técnico rojillo optó por repetir alineación en los dos encuentros de la semifinal de playoff, y no se descarta que lo vuelva a hacer en esta ocasión, visto el buen resultado. Nino pueda ser la alternativa, sustituyendo a Kenan Kodro.

En condiciones parecidas parte Pablo Machín, quien cuenta con todos sus hombres a excepción del lesionado Carles Mas.

Posibles alineaciones