El partido que ayer enfrentó al Rayo Vallecano frente al Girona no fue un choque más. Al margen de la transcendencia del choque, en el que una debacle franjirroja podía acabar con la destitución de José Ramón Sandoval, el duelo estuvo marcado por la decisión del técnico de Humanes de sentar en el banco a Roberto Trashorras. El ex del Celta de Vigo, pilar fundamental del equipo madrileño en las últimas campañas, no era de la partida desde el inicio, algo que no sucedía desde la jornada 19 del pasado campeonato liguero, cuando los vallecanos competían en Primera División, concretamente el 9 de enero.

La apuesta, arriesgada, salió bien teniendo en cuenta el resultado, aunque se hacía extraño ver al 10 rayista en el banquillo. El encuentro se saldó con victoria local, y el capitán no entró al verde hasta el minuto 83, ocupando el puesto del joven Fran Beltrán. En sus apenas diez minutos en el terreno de juego, trató de ralentizar el ritmo del partido y bajar las pulsaciones del duelo, aunque no tuvo excesiva relevancia en el juego.

En lugar de Trashorras, el míster apostó por el trabajo de Fran Beltrán y Cristaldo, y aunque la fluidez de juego de los locales y la salida de balón desde atrás no fue tan buena como en otros choques, el partido de ambos centrocampistas fue muy bueno, ya que mezclaron muy bien y formaron una pareja muy sólida, especialmente en la segunda mitad. Con la ayuda tras el descanso de Santi Comesaña, el Rayo Vallecano mejoró la imagen de los primeros 45 minutos.

Habrá que ver la próxima jornada si la decisión de sentar al mediocentro es una opción puntual, debido a las características del rival, o bien es que otros futbolistas desempeñan mejor esa función y le han ganado el puesto. Cabe destacar que la competencia en la sala de máquinas rayista es evidente, ya que además de Fran Beltrán, Cristaldo y Trashorras, Sandoval tenía otras opciones como son el canterano Clavería, Zuculini, Comesaña o el lesionado Raúl Baena, por lo que la pugna por la titularidad continuará en próximos partidos.