La fiesta madridista comenzó con un sentido minuto de silencio por las víctimas del ataque terrorista ocurrido en Catalunya. En un estadio que disfrutó desde el principio de un Cristiano que hizo las delicias de una afición. Junto a él,  otros jugadores hasta ahora poco o nada habituales como Achraf, Theo o Nacho Fernández que salieron desde el comienzo dieron muestras a Zidane de porqué debería contar con ellos a lo largo de la temporada.

En la primera mitad, el conjunto madridista salió, en un primer momento, algo menos centrado que su rival. El cual aprovechó una duda, apenas comenzado el partido, en la frontal del área merengue para conseguir el tanto italiano de mano de Veretout. No obstante, el equipo local se recompuso y consiguió empatar a los diez minutos con Borja Mayoral, asistencia de Cristiano. 

Borja Mayoral. Fuente: Dani Nieto. Vavel

Desde entonces el partido cogió ritmo. Por un lado, los locales buscaban lo que le ha dado tanto éxito a través de un juego colectivo y triangulando. Y por lado, transalpino con contraataques y con un juego defensivo con ADN calcio: duro y con oficio. Las faltas cortaban el juego merengue pero este no decaía. 

El Real Madrid continuaba con su juego: un ataque basado en la triangulación y juego de pases, consiguiendo continuas oportunidades en el marco rival. Y en defensa siendo un equipo ordenado que se atrevía a buscar al rival en su campo. Todo el equipo estaba a una: Cristiano llegando a la linea de fondo y centrando, Marcos Llorente ayudando como si de un defensa se tratara, Asensio de nuevo mostrando su calidad. Todo el equipo unido y buscando más el colectivo que gustarse, haciendo el partido aún más entretenido. 

El segundo llegó en el 34,  por obra de Cristiano Ronaldo. Recogió el balón a mitad de cancha, llegó escorado al área rival, hizo un regate hacia el centro, colocándose el balón a su pierna derecha, y con un misil marcó el segundo para el Real Madrid.  El resto de la primera mitad continuó siendo con posesión madridista con alguna oportunidad italiana bien cubierta por el equipo local.

Minutos de oportunidades

La segunda parte comenzó  con ocasiones para ambos equipos. La Fiorentina cambio a casi todo su equipo al salir del descanso y a pesar de ello no se vio que el fútbol combinativo y de posesión local sufriera. De hecho, con los cambios realizados a mitad de la segunda parte, entrando algunos de los más habituales como Kroos, Isco o Casemiro dieron sensación de mayor control de juego por parte del equipo entrenado por Zinedine Zidane.

Toda intención de la Fiorentina era bien cerrada y sin apenas una oportunidad real o clara. Casemiro en la segunda , como hizo Marcos Llorente en la primera, no permitía ninguna internada del conjunto Viola

Acorde se acercaba el final, los aficionados y especialmente la zona de animación acompañaban con cánticos el juego blanco. Jugadores como Tejero o Manu Hernando se atrevieron a realizar jugadas aprovechando el buen nivel que se estaba mostrando.

Y es que todo el equipo tuvo su protagonismo en esta victoria. A pesar de que el resultado es corto, en mayor o menor medida todos y cada uno de los participantes locales dieron el 'do' de pecho para las delicias de los aficionados que se acercaron a ver este trofeo. Y es que ya no existen ni amistosos para este equipo que sigue mostrando porqué puede considerarse uno de los mejores equipos de la historia.

En definitiva, el trofeo en casa y se demuestra de nuevo, un nivel que ya nos viene acostumbrando los de Zidane, añadiendo otros que vienen de abajo como los mencionados Tejero, Hernando o Achraf. Y un buen sabor de boca para el aficionado blanco que ve como este buen nivel "suma y sigue".