La Real inicia una nueva temporada con pocas caras nuevas pero con la ilusión de haber encontrado un canterano que marca las diferencias y que recuerda a la eclosión de Griezmann. Estamos hablando de Mikel Oyarzabal, jugador que apareció de la nada la temporada pasada durante el bache de lesiones y bajas del equipo y que se afianzó como titular y como uno de los grandes activos de la Real.
Este año le debe servir al de Eibar para asentarse como titular y jugador del primer equipo pero sin todavía asumir el papel de líder, que por jerarquía les toca a otros. Mikel debe poco a poco consolidarse como un gran jugador de primera y uno de los estandartes de la Real.
Un talento por explotar
Sin ser un jugador excesivamente rápido, su gran técnica y su gran interpretación del juego pese a tener solo 18 años, hace que Oyarzabal se mueva en la banda izquierda como pez en el agua, pudiendo también mostrar todo su potencial cuando acude a la zona de la media punta. Junto a Juanmi y Vela, parece que será la línea de tres mediapuntas o zona de ataque que Eusebio está probando más, a falta de que Willian José esté al 100% disponible.
Oyarzabal ha arrancado bien la pretemporada, y si el jugador se encuentra a buen nivel y supera lo mostrado la temporada pasada, estaremos hablando de una de las revelaciones de la liga y uno de los jugadores más determinantes para su equipo.
Aún es pronto para emitir valoraciones de juicio sobre el nivel real de Mikel, ya que todavía tiene mucho por crecer y evolucionar pero está claro que es una de las perlas de la cantera, que ya es fijo en el primer equipo como su dorsal indica (parece que llevará el 18) y esta temporada se esperan grandes cosas del chico de Eibar.