Raúl Agné no se ha podido estrenar de una mejor forma como técnico del Real Zaragoza. El conjunto aragonés se ha impuesto por 2-1 a la UD Almería en La Romareda después de seis jornadas sin conocer la victoria. Un Real Zaragoza más ordenado ha vencido al conjunto de Soriano en un justo choque. El equipo alineado por el debutante Agné era el siguiente: Ratón, Fran, Silva, Cabrera, J. Enrique, Zapater, Ros, Cani, Lanzarote, Muñoz y Ángel. Manteniendo la confianza en el zaragozano Álvaro Ratón, la principal novedad de Agné era el esquema 4-4-2 con Muñoz y Ángel en punta. En el banquillo esperaban una oportunidad Bagnack, Barrera, Edu García, Erik Morán, Irureta y Jorge Pombo


A su vez, el técnico del Almería Fernando Soriano, regresaba a la que fue su casa como futbolista.

El partido comenzaba  con dominio total del conjunto local. Dirigidos por Cani, Lanzarote, Fran y Ángel, el equipo blanquillo gozaba de las mejores ocasiones en los primeros compases del partido.

El Zaragoza con la posesión del partido en su poder, empezaba a combinar muy bien, tocando y moviendo mucho la pelota. Apoyándose en las bandas y los laterales, los futbolistas zaragocistas colgaban un buen numero de balones sobre el área almeriense, poniendo en aprietos al guardameta Casto.

Y el gol llegaría temprano para los de Agné. Transcurridos catorce minutos de la primera parte, una falta lanzada por Manu Lanzarote, tras rebotar en la barrera, era controlada por los jugadores del Real Zaragoza entre el desorden defensivo visitante y Javier Ros aprovechaba la ocasión para enviar el primer gol al fondo de las mallas.

Hasta llegar el descanso, con el Zaragoza adelantado en el marcador, el Almería intentaba apretar un poco y crear peligro en el área de Ratón. Sin embargo, con los extremos zaragocistas alertas, era el equipo maño el que conseguía crear mejores ocasiones tras el robo de balón.

Arrancada la segunda mitad del encuentro, continuaba el Real Zaragoza agobiando la porteria de Casto, hasta llegar el segundo tanto en el minuto sesenta y siete. Obra de Ángel.

La Romareda, viendo ganar a su equipo, llevaba en volandas al conjunto maño, con dos goles de ventaja sobre su oponente en el marcador. Con dos a cero sobre el electrónico, los de Fernando Soriano comenzaron a crear verdadero peligro, hasta llegar finalmente el gol. En un penalti transformado por Quique González a falta de Zapater.

Tras el gol almeriense, el partido sin acabar de romperse totalmente, se volvió bronco y perdió lucidez. No obstante, habiendo ocasiones para ambos conjuntos hasta el pitido final, caracterizado por tener cinco minutos de tiempo añadido.