Hay una sentencia muy sabia que dice, "la paciencia es madre de toda ciencia". Y, aunque el fútbol no sea exactamente cosa científica, podemos extrapolar el significado. De hecho, todos los aficionados del Real Madrid habrán oído en diversas ocasiones ese famoso cántico de "hasta el final, vamos Real". O incluso los culés, en su época de esplendor con Guardiola, quien adoraba aquello de "hasta que no pita el árbitro no termina el partido". ¿Qué quiere decir todo esto? Pues es tan simple como no perder la esperanza. En un partido no gana quien marca primero. Gana quien es capaz de jugar mejor sus cartas y aguantar más tiempo al mayor nivel posible. 

Primeras partes nunca fueron buenas

Antes de analizar las formaciones y los estilos de juego tenemos que comentar otra cosa. ¿Adivinan qué es? Pues sí, el primer gol. Y es que no habían llegado aún los aficionados a sus respectivos asientos, cuando entró el primer balón en las mallas de la portería de Leandro. Un minuto de partido bastó para que Julio Cobos hiciera una nueva demostración del don que tiene para preparar las jugadas ensayadas. 

Ahora sí, con el marcador señalando el minuto uno de partido, y con un resultado favorable para los visitantes, arrancaba el choque de nuevo. Sin innovaciones, exceptuando la vuelta al once de Javi Sánchez que cumplió sanción la pasada jornada, saltó el equipo local al terreno de juego. Otra vez se plantaban en el campo con el ya característico 4-5-1, formación que tanto tiempo ha acompañado a los extremeños. Frente a ellos se plantaba su rival con un 4-3-3, con dos extremos con mucha movilidad. Juampe, desde la banda derecha, llevó durante todo el partido el timón de su equipo. Se desplazaba al centro, se internaba por la banda, tiraba a puerta, cortaba ataques. Sin duda, el pilar fundamental de La Balona esta tarde.

El tempranero gol supuso un fuerte golpe, que "dejó sin aliento" durante unos minutos a los locales, quienes, en su intento de reponerse, se encontraron con el muro blanquinegro frente a ellos. Los visitantes querían más y más y se dedicaron a intimidar con rápidos contraataques al rival. Pero Iván Ania, muy inteligente, sabía que esta actitud no duraría los noventa minutos. Así que, se armó de valor y confió en su fútbol. En el "fútbol del Iván Ania". Es cierto que la primera parte de los locales no tiene muchas cosas positivas que destacar, pero la corrección de los errores del partido se basaba en la famosa "charla del descanso". 

La lectura de la primera parte es muy sencilla. La Balona, con el 0-1 en el marcador, vio que tenía vía libre para intentar ampliar distancia contra un equipo que no parecía estar jugando en casa. Y es que la moral es un factor muy importante en este deporte. Si encajas un gol en el primer minuto de partido es difícil resurgir. 

Pero, de lo que sí hay que hacer mención, es de un factor clave en el equipo local. De hecho, es un viejo conocido en las gradas seronas. El equipo está acusando la falta de gol de los delanteros. Aunque se consigue crear ocasiones, ninguno de los dos puntas ha conseguido ver puerta en lo que va de liga. 

La primera parte finalizó así. Juampe y, sobre todo, Zamorano basaron su labor en apurar línea de fondo e intentar habilitar a un Wilson Cuero que no estuvo acertado ante la meta de Leandro. Por su parte, el Villanovense generó juego pero pocas ocasiones, viéndose bastante afectados por ese gol tempranero y por la falta de lucidez de los extremos.

Cambio de roles

Un silencio sepulcral debió inundar el vestuario del CF Villanovense. Un silencio roto por una sola voz, la de Iván Ania. El técnico asturiano ha sabido jugar muy bien sus cartas y ha sido el principal responsable del resultado cosechado. Con el pitido del árbitro que marcaba el comienzo de los últimos 45 minutos, un sentimiento recorría el cuerpo de muchos aficionados. Incertidumbre. Pero hacía acto de presencia, también, la valentía. Y, ¡en quién fue a aparecer! Iván Ania introdujo dos cambios atrevidos pero claves. Julio Cobos simplemente introdujo cambios de hombre por hombre, siendo testigo de una gran actuación de su equipo.

Óscar Arroyo, quien no cuajó una buena actuación, fue protagonista del primer cambio estratégico, dejando su lugar a Allyson. De esta forma, la formación pasaba a ser un 4-4-2, ocupando Javi Barrio el puesto de lateral derecho y Pajuelo, el "eterno capitán", la posición de central. Pocas veces se había visto una modificación del once tan radical en el Romero Cuerda. Pero, parece que los dioses premiaron la valentía de Iván Ania, pues, en la siguiente jugada, una acción poco fortuita hizo que Madrigal introdujese el balón en el fondo de su portería. 

Y, de repente, un "dèja vu" del partido ante el Jumilla. El CF Villanovense resurgió de las cenizas y decidió volcarse en ataque para conseguir anotar el gol de la victoria. Ante esta situación inesperada, La Balona también se dedicó a atacar para intentar revertir el contratiempo. Por tanto, imagínense, el partido era una sucesión de "idas y venidas". Aunque los de casa aprovecharon mejor ese "estado de gracia", pues la entrada de Kamal al campo, el segundo cambio importante, supuso un gran revulsivo. Aprovechando el cansancio de los contrincantes, consiguieron llegar en varias ocasiones al área rival. Ya fuera gracias a los maravillosos pases entre líneas del recién ingresado al campo, Kamal, o por las veloces internadas de Dieguito. Era posible la remontada. Pero lo era para ambos bandos. Los visitantes y su habilidad para montar las contras pusieron en varios apuros a la zaga rival. Destacando dos ocasiones que bien pudieron suponer un final diferente. En la primera de ellas, Carlos Andújar estuvo muy rápido en defensa y pudo llegar al corte. En la segunda, Leandro detuvo un mano a mano con un atacante visitante cuando toda la grada se temía lo peor. Y sí, como ya hiciera en Badajoz, Leandro volvía a aparecer para hacerse ver como el portero que es.

Con esta sucesión de ocasiones que no prosperaban llegamos al final del encuentro. Encuentro que estuvo marcado durante los 90 minutos por la tensión y el nerviosismo, y en el que cada equipo dominó una parte.

 

Puntuaciones

3 puntos: Juampe

2 puntos: Leandro

1 punto: Javi Barrio