Un equipo sin actitud cede ante un buen FC Jumilla

El día comenzaba oscuro, pues las nubes poblaban gran parte de la capital Gran Canaria, pero el ambiente y las ganas de fútbol eran indudables, el FC Jumilla salió a por todas, el filial amarillo, lo intentó, simplemente eso, lo intentó. 

Los vinícolas se presentaban en el Anexo de Gran Canaria frente a un filial que en ningún momento dudo de su manera de jugar, ni en su manera de afrontar el partido, pero los errores en la salida de balón y su falta de intensidad a la hora de recuperar el mismo, les pasó mucha factura. Durante los primeros quince minutos de partido, el filial dominó sin aparentes problemas, llegando a fallar algunas ocasiones de gol que les pondrían por delante en el marcador. Durante los siguientes treinta minutos de la primera mitad fueron un auténtico monólogo del conjunto visitante.

Tras Mandaluniz invalidar la primera ocasión clara de gol en las botas de Expósito el Jumilla dió un paso al frente y adelantó líneas. En esta dinámica de buen juego vinícola, llegaría la primera ocasion del cuadro jumillano, un tiro por parte de la delantera impactaría en un rival amarillo, el balón quedaría muerto en el área, donde Txomin no pudo resolver ante Guanche, el portero fue de lo mejor del conjunto amarillo durante el partido, siempre atento y ordenando a la defensa. Benito encontraba un pasillo para intentar batir sin éxito a Mandaluniz, y acto seguido se producía una falta sobre el área canaria para que Neftalí la convirtiera en gol con un remate de cabeza. Con la ventaja tras dos de añadido, se pasaba a vestuarios.

Los únicos minutos de ganas del filial

El filial amarillo saltó al terreno de juego en la segunda parte con ciertos síntomas de reacción y de actitud, durante los primeros quince minutos de la segunda mitad dominaron el partido en todos los aspectos, parecía que el filial había despertado del letargo y podría poner la igualada en el marcador. Y así fue, en el minuto cincuenta y tres y tras varios rebotes fortuitos, Curbelo lograría mandar el balón al fondo de la red.

Cuando el partido parecía otra cosa y cuando por fin el equipo canario había reaccionado, una vez más se vino abajo. El Jumilla se rehacía y no perdía la paciencia para intentar llevarse el partido. Lo intentaba con numerosas internadas por banda, conscientes de la debilidad amarilla en los centros y jugadas a balón parado. 

En una de estás internadas laterales, un centro muy pasado lo recogería Fran Moreno, quien casi de primeras podría el centro directo a la cabeza de Chaco, que remataría solo, superando a Guanche, que llegó a desviar el balón sin fortuna alguna. 

Sin más ocasiones y con un partido casi que muerto, el Jumilla se llevó lo tres puntos. 

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