El Real Madrid ha conseguido una cómoda victoria por 3-0 ante la UD Las Palmas. El conjunto blanco no ha ofrecido una buena imagen, pero se ha bastado de su pegada y de la mala dinámica del rival para construir su victoria. Por su parte, los amarillos plantaron cara durante un buen tramo de la primera parte, pero volvieron a caer como un castillo de naipes tras encajar el primer tanto.

Las Palmas llegaba al Santiago Bernabéu en el que posiblemente sea su peor momento desde su regreso a Primera División en 2015 con seis derrotas consecutivas y unas sensaciones de juego nada halagueñas.  Antes del comienzo del encuentro, Ayestarán sorprendió a propios y extraños con una alineación totalmente novedosa. El técnico vasco dejó en el banquillo al máximo goleador del equipo, Rémy, para incrustar un central más en la línea defensiva. Los canarios salieron con un 5-3-2 que dejaba claro cuál era la intención de Pako para este encuentro:  ceder la iniciativa al rival, estar juntos atrás e intentar sorprender al Real Madrid mediante contragolpes.

A pesar de que el planteamiento se presuponía como bastante defensivo, durante los primeros compases del encuentro los canarios llevaron el tempo del encuentro. Aunque el dominio inicial fue para los amarillos, en el minuto tres Benzema tuvo la primera ocasión clara del encuentro. Un error en una entrega en el centro del campo hizo que los blancos montaran una fulgurante contra que dejó al delantero francés mano a mano frente a Lizoain. Sin embargo, su lentitud para definir unida al incordio de Bigas hizo que su disparo se estrellara en las piernas del meta grancanario. Tras el susto, los insulares continuaron dominando la posesión del balón aunque sin realizar llegadas de peligro. En el minuto 11, Las Palmas tendría su oportunidad más clara de todo el encuentro en las botas de Vitolo. El extremo de San Cristóbal logró zafarse de Sergio Ramos para colarse dentro del área y con un disparo raso intentó batir a Casilla, pero el guardameta merengue pudo neutralizar su intento.

Los primeros quince minutos habían transcurrido con una sensación de igualdad en el juego y en las ocasiones. Sin embargo, poco a poco el Real Madrid fue haciéndose con el control del esférico y Las Palmas fue cediendo terreno. Los canarios renunciaron a las combinaciones en ataque de los primeros minutos para centrarse en destruir el juego de ataque del rival y buscar la sorpresa con algún contragolpe. El plan defensivo salió bien durante la primera media hora ya que el Real Madrid se encontraba bastante espeso en la circulación de balón y era incapaz de abrir la férrea defensa amarilla. Los locales únicamente generaron una clara ocasión tras una buena acción de Cristiano Ronaldo. El luso recibió en el pico del área, recortó a Bigas y se sacó un potente zurdazo que se estrelló contra la cepa del poste

A partir del minuto 30, los locales comenzaron a llegar con mucho más peligro, mientras que los jugadores de Las Palmas no parecían estar cómodos con este nuevo sistema. Vicente Gómez y Aquilani  naufragaban en el centro del campo, incapaces de recuperar balones y de filtrar pases a los atacantes, mientras que Kroos e Isco comenzaban a entrar más en juego. En el 32, un zurdazo de Nacho fue el preludio de la avalancha que se vendría en los minutos siguientes. El Real Madrid encerró a su rival en su propio campo y acumuló varias ocasiones de peligro. En el 35, Raúl tuvo que emplearse a fondo para atajar un buen cabezazo de Cristiano, mientras que en el 38 un magnífico servicio de Asensio desde la banda derecha no encontró la cabeza de Benzema por un pelo.  El empuje del rival, unido a la debilidad mental del equipo grancanario hacían pensar que el primer tanto del Real Madrid no tardaría en llegar.

En el minuto 40, Casemiro se empeñó en dar la razón a todos aquellos agoreros. Un servicio desde la esquina, es peinado por Calleri en el primer palo y el brasileño libre de marca en el área pequeña lo aprovecharía para hacer el primer tanto del encuentro. El tanto fue un auténtico mazazo para los visitantes que veían muy cercana la posibilidad de irse a vestuarios con la igualada.

Lemos y Cristiano Ronaldo disputan un balón. Imagen: udlaspalmas.es
Lemos y Cristiano Ronaldo disputan un balón. Imagen: udlaspalmas.es

Tras la reanudación comprobamos que el tanto no cambió ni un ápice el plantemiento de Ayestarán. En los primeros minutos se mantuvo la tónica de los últimos compases de la primera parte, dominio madridista ante una UD Las Palmas que agazapada esperaba su oportunidad. Sin embargo, Asensio no tardaría en echar por tierra el planteamiento de Ayestarán. En el minuto 54, el mallorquín se sacó un zurdazo espectacular desde 30 metros que entró por la mismísima escuadra de la portería de Lizoain. El gol es una auténtica obra de arte que lo convierte en uno de los mejores tantos de lo que llevamos de temporada. 

El segundo mazazo terminó de hundir a los amarillos y prácticamente sentenció el encuentro. Ayestarán intentó buscar la reacción de los suyos con la entrada de Rémy sustituyendo a un desubicado Vicente Gómez, pero ya era demasiado tarde.  El Real Madrid, que tampoco atravesaba su mejor momento, lejos de poner el freno de mano intentó conseguir más goles para deleitar a sus aficionados. En el minuto 60, un fuerte disparo de Kroos estuvo a punto de sorprender a Lizoain que in extremis sacó una buena mano para desviarlo a córner. En el 69', Cristiano Ronaldo gozaría de su ocasión más clara tras encarar mano a mano a Raúl, pero su definición se fue alta por muy poco. Sigue con poca fortuna de cara a gol el luso y su resignación es aparente. Sin embargo, cinco minutos después el portugués pudo resarcirse parcialmente al poner en bandeja a Isco el tercer tanto de los blancos tras un gran contragolpe.

Vitolo encara a Vallejo. Imagen: LaLiga

Los últimos quince minutos  fueron un suplicio para los futbolistas amarillos. Las Palmas no existía en ataque y sufría para contener a un desbocado Real Madrid. Por su parte, los madridistas gozarían de varias llegadas claras durante los últimos minutos para ampliar su renta, destacando un remate en al larguero de Sergio Ramos, pero la suerte no estuvo de su lado. En el minuto 93, Sánchez Martínez decretaría el final del encuentro y confirmaría una nueva derrota de Las Palmas, la séptima consecutiva.

Los insulares volvieron a realizar un mal encuentro con un juego ramplón y cobarde. El experimento de Ayestarán únicamente funcionó hasta que el rival puso el pie en el acelerador. Los amarillos son ahora mismo una sombra de aquel equipo que maravilló a España con su buen fútbol durante buena parte de la temporada pasada. Además, la debilidad mental del equipo es un hecho. Los futbolistas insulares se hunden moralmente tras encajar un tanto y son incapaces de sobreponerse a las circunstancias cuando éstas vienen mal dadas. El trabajo psicológico es una de las parcelas en las que más debería trabajar el cuerpo técnico durante este parón.  Por último, esta derrota pone en entredicho la continuidad de Pako Ayestarán al frente del banquillo grancanario. El preparador vasco ha sufrido su quinta derrota en cinco encuentros y, al igual que en casi todas ellas, de una forma contundente, por lo que si se produjera una destitución en las próximas horas a nadie le cogería desprevenido.