Cómo una final. Así se podía calificar el encuentro en sus prolegómenos para ambos conjuntos. Los dos, con los fantasmas del descenso muy de cerca, se enfrentaban en un encuentro que podría tener dos situaciones finales: la liberación y respiro de los cordobeses o un palo anímico y deportivo para los vallisoletanos. Este último fue el final ya que el partido cayó de lado de los locales y dejo hundidos a los pupilos de Nacho González en el penúltimo puesto de la Liga Asobal.

A pesar de todo el encuentro comenzó de manera excepcional para los pucelanos. Un 1-3 de parcial hacía frotarse las manos a la parroquia vallisoletana conocedora de la importancia de dicho encuentro. Puro espejismo. El Puente Genil comenzó a engrasar su maquinaria y a maniatar la defensa 5-1 de los pucelanos. No dio mucho resultado el avanzado en el esquema de Nacho que veía como, de no ser por un buen Yeray Lamariano, el marcador estaría más engordado en el lado local.

No conseguía el Cuatro Rayas asentarse en la cancha. Con pocas ideas ofensivas y un gran 6-0 cordobés, tan solo Fernando Hernández era capaz de colarse entre la muralla local. El Ángel Ximenez se encontraba a gusto, en especial Cuenca, que se convirtió en un verdadero martillo pilón desde su extremo. Eso sí, los visitantes no iban a vender barata su derrota (10-7).

Con más amor propio que juego, los de orillas del Pisuerga tiraron de casta y entrega para intentar llegar al descanso con el marcador más justo posible. No varió mucho el electrónico y al final de los treinta minutos reflejaba un 14-12 que dejaba abierto el segundo acto.

En la reanudación, intentó sorprender el rival a los de Antonio Ortiz cambiando a una defensa 6-0 pero todo lo contrario. Los locales camparon a sus anchas y en menos de cinco minutos consiguieron un parcial de 3-1 que parecía sentenciar el encuentro. Pero otra vez salió la casta de los vallisoletanos que fueron capaces de devolverles ese parcial con un 1-4 que dejaba el marcador en un apretadísimo 18-17.

Mucha igualdad era la que predominaba en la pista. Eso sí, con el Puente Genil siempre por delante en el marcador. Con tres y cuatro goles de ventaja pasaban los minutos y, por tanto, se sumaban las opciones de victoria del equipo local, pero otra reacción de los visitantes volvieron a apretar el encuentro.

Reacción cordobesa

Todo hacía ver que el encuentro se iba a resolver en los instantes finales pero no, a partir de este momento los pupilos de Antonio Ortiz se mostraron mucho más eficaces y gracias a su portería y a la actividad de De la Sierra en la pista se pusieron por delante con un contundente 27-23. 

Cuatro goles y poco más de cinco para el final cerraban el encuentro de lado del Puente Genil que con un 30-27 se llevó una importantísima victoria en su lucha por evitar el descenso. Sin en cambio, los vallisoletanos siguen siendo penúltimos en la Asobal y ven peligrar su permanencia.