El rugby 7 ha sido uno de los grandes descubrimientos para muchos en estos Juegos Olímpicos. La simple presencia de este deporte en Río de Janeiro tras 92 años de ausencia en una cita olímpica era un aliciente de peso. Pero muchos miradas se han desviado en estos primeros días de las disciplinas tradicionales hacia el Estadio de Deodoro, también sede del pentatlón moderno para las pruebas de carrera y de tiro combinadas y la ecuestre.

La atracción del deporte oval viene dada por su electricidad, su absoluto frenetismo en partidos que no duran ni un cuarto de hora. Donde sólo se puede mirar hacia adelante, contactar e intentar pensar más rápido que el rival. Este mecanismo es propenso a las sorpresas, que han marcado el desarrollo de la primera jornada del torneo masculino.

K.O de Sonny Bill Williams

El golpe más sonoro fue el que dio Japón a Nueva Zelanda (12-14), un país en el que todo es rugby y que ya encajó un duro golpe en la final del cuadro femenino, donde no pudo vencer a Australia, primera ganadora de un oro en esta modalidad. Para colmo, los all blacks perdieron a uno de sus hombres referencia, Sonny Bill Williams, por lesión. La herida se suavizó con una victoria frente a Kenia (28-5), una victoria que deja todo en el aire para la última jornada, en la que Gran Bretaña intentará defender la primera plaza que logró tras no fallar en ninguno de sus dos compromisos (31-7 a Kenia, 21-19 a Japón).

Sudáfrica es la única selección que no ha encajado un punto

En el grupo A, Fiyi, actual líder de las World Series, fue la única que consiguió hacer pleno. Pasó por encima de la anfitriona, Brasil (40-12), y también superó a Argentina (21-14). Los Pumas sufrieron más de la cuenta para derrotar a Estados Unidos en el partido inaugural del grupo. Empezaron venciendo 0-12, pero las lesiones de Javier Rojas y Rodrigo Etchart provocaron un vuelco en el marcador hasta el 13-12. Secó el agua al cuello Moroni con un ensayo vencedor que permitió el 14-17 final. Las Águilas llegaron al término de la primera tirada en la segunda plaza gracias a otro apabullante triunfo sobre la débil Brasil (26-0).

El grupo de España tampoco siguió el guión previsto. En el duelo que abrió el certamen, Francia noqueó a una de las grandes favoritas, Australia, por 31-14 gracias al rol estelar de Terry Bouhraoua, autor de tres ensayos. Los galos no tuvieron ninguna opción ante Sudáfrica, la única selección que no recibió ni un punto en contra en sus dos choques. Tumbó a los franceses por 26-0 e hizo lo propio con Francia (24-0). Los aussies tuvieron que trabajar más para tumbar al cuadro español, que cierra un grupo en el que sólo estar es un privilegio.