Houston Texans tuvo su milagro de Navidad y portó el nombre de David Quessenberry. El pasado lunes fue especial para el equipo de Bill O’Brien, pues después de tres años de estar en tratamiento para vencer el cáncer, el jugador ofensivo finalmente pudo debutar en el duelo entre los Texans contra Steelers.

Quessenberry, ejemplo de vida

David Quessenberry es uno de los jugadores que sirve como ejemplo de vida, ya que en 2014 fue diagnosticado con Linfoma no Hodgkin de células T, es decir, Leucemia y fue a penas en la derrota de 34-6 con Pittsburgh que pisó por primera vez el emparrillado.

David porta el número 77 y juega en la posición de Tight End (TE). Fue seleccionado en el pick 176 de la sexta ronda del Draft del 2013, pero se perdió su campaña de novato debido a una lesión en el tobillo, lo cual le impidió tener actividad durante esa temporada. Al año siguiente se le diagnosticó el cáncer debido a que en los entrenamientos presentaba una fatiga y tos constante por lo que en 2015 el equipo lo mantuvo en la lista de enfermedades  no relacionadas con el futbol americano; sin embargo, jugó en la pretemporada de ese año.

En este año 2017 lo cortaron justo antes de comenzar la temporada regular, pero cambiaron de decisión y lo volvieron a contratar para que formara parte de su equipo de prácticas.

A pesar de que su recuperación tardó más de lo que se esperaba, en el pasado mes de abril finalmente tuvo buenas noticias y a través de un video anunció que había concluido su lucha intensiva contra la Leucemia

Un sueño hecho realidad

El 25 de diciembre del 2017 será el día que jamás olvidará el guardia ofensivo, ya que no solo piso por primera vez el terreno de juego, sino también fue nombrado capitán del equipo por lo que presenció el volado, un lujo que el número 77 no esperaba.

Las palabras del head coach respecto al debut de Quessenberry fueron: "Para él, regresar y jugar un partido de NFL es una cosa increíble". Y las del propio jugador fueron: "Fue todo lo que soñaba durante el tiempo que en el que estuve siguiendo mis tratamientos. Estar en el terreno y jugar al ciento por ciento hoy es exactamente como estaba esperando que fuera".

El apoyo de sus compañeros, staff de coach y directivos fue vital para que el jugador ofensivo venciera el cáncer. Además que lo tomaron como su inspiración, de acuerdo con declaraciones de DeAndre Hopkins.