La realidad supera a la ficción. Sahquem Griffinlinebacker de la Universidad Central de Florida es la viva prueba de que las mejores historias no ocurren en Hollywood, sino en la vida misma. El cuento de hadas que ideó en su cabeza desde pequeño pronto pudiera tener una primera conclusión.

Antes de ver la luz por primera vez, Shaquem ya contaba con una enfermedad prenatal llamada Síndrome de bandas amnióticas, una serie de defectos que ocurren cuando algunas partes del feto se enredan en bandas amnióticas dentro del útero y afectan al desarrollo del bebé. Su hermano gemelo, Shaquill Griffin, ahora esquinero de los Seattle Seahawks, salió ileso del vientre de su madre dos minutos antes que él. Sin embargo, él no corrió con la misma suerte, y eso se reflejó en su extremidad superior izquierda. 

El contar con solo una mano no le ha impedido a Sahquem destacar en el deporte más importante de Estados Unidos. Recientemente nombrado MVP en el Chick-fil-A Peach Bowl, Griffin también sido llamado Jugador Defensivo del Año en la conferencia a la que pertenece su universidad. Su destacada capacidad para eludir bloqueos, realizar tacleadas y defender pases, lo llevaron a participar en el Senior Bowl para tener un primer contacto con los entrenadores en jefe de la NFL, a quienes espera impresionar para que lo tomen en cuenta en el próximo draft colegial en abril. 

Shaquem recibió incontables negativas por parte de un gran número de entrenadores colegiales. A pesar de que brillaba en el terreno de juego, al final llegaba la negativa, nunca explicada pero siempre determinante. Griffin continuó intentándolo y eventualmente llegó su recompensa

Llegó a la UCF gracias a la insistencia de su hermano, quien se negaba a aceptar la beca universitaria si Shaquem no contaba con el mismo beneficio. Entrenaron y jugaron juntos, y ahora también están cerca de convertirse en otra pareja de hermanos que compiten en la National Football League. 

Aquel niño de cuatro años que se despertó una noche con un dolor insoportable y corrió a la cocina para amputarse la mano con un cuchillo, pero que fue detenido por su madre, al día siguiente obtuvo su alivio cuando acudió al hospital para recibir la intervención quirúrgica correcta. 18 primaveras después, Shaquem está a las puertas de la segunda noticia que pueda traerle tranquilidad: saberse elegido por algún equipo de la NFL para poder decir que no existen imposibles, y que a pesar de todo lo ha logrado.