AMuchos hubieran preferido otro final para esta relación forjada desde 2010 entre el receptor Antonio Brown y los Pittsburgh Steelers.

Esta última temporada ha estado llena de altibajos y de sorpresas, sobre todo negativas para los Steelers, por ejemplo: las diferencias entre el equipo y una de sus piezas fundamentales, Le'Veon  Bell.

A esto también hay que sumarle el fracaso del equipo al no clasificarse para los playoffs de este año pasando de ser uno de los mejores equipos de la AFC, de pelearse cara a cara con New England Patriots, a ser un conjunto cuya aspiración era la de no dañar demasiado su imagen de cara a los aficionados.

Por lo tanto, teniendo en cuenta esto podemos afirmar que unos problemas provocan más conflictos y uno de ellos es el posible traspaso de Antonio Brown, uno de sus mejores jugadores que no ha podido soportar la mala campaña de su equipo y que durante la recta final de la temporada regular ya se rumoraba que las relaciones equipo-jugador no pasaban por su mejor momento.

Dicha alianza entre Brown y los Steelers terminó por dinamizarse en la última semana de la temporada regular, cuando Brown salió intempestivamente del entrenamiento tras un conflicto con otro peso pesado del equipo, Ben Roethlisberger. Pasado unos días el propio jugador se presentó para jugar contra los Bengals después de que su propio equipo lo suspendiera dando coba a los primeros rumores de ruptura.

Problemas para Pittsburgh

La realidad, un tiempo después de todo lo sucedido es que el jugador está prácticamente fuera de la franquicia a la que ha pertenecido durante toda su carrera aunque para los Pittshburgh Steelers, no solo existe el problema de perder a uno de sus mejores jugadores sino que además tienen que encontrar un equipo que quiera a un jugador con un rendimiento excepcional pero que también tiene su "lado oscuro", ya que muchas noticias han afirmado que Brown ha tenido múltiples roces con sus compañeros y que abandonó a su equipo cuando aún había esperanzas de conseguir algo más.

Antonio Brown ha sido invitado al Pro Bowl durante los últimos seis años, cuatro veces All-Pro y desde 2013 promedia 114 recepciones para 1,524 yardas y 11 touchdowns.