Sin duda la AFC Sur será una de las divisiones más ajustadas y entretenidas de ver. De esta realidad no escapa Texans que deberá revalidar el título divisional del año pasado. El panorama parece difícil si se tiene en cuenta la serie de cambios realizados con respecto al curso anterior aunque el temprano –y sospresivo- retiro de Andrew Luck pueda resultar de gran ayuda. Bill O´Brien, su entrenador en jefe, tiene control absoluto de la plantilla luego de la salida del último gerente general, Brian Gaine. Una apuesta muy fuerte con una impronta al estilo New England Patriots y Bill Belichick. La diferencia que radica entre ambos es que a Belichick lo respalda una carrera llena de éxitos. A O’ Brien, no.

Por otro lado, Houston optó en la agencia libre por Matt Kalil y en el Draft eligió a Tytus Howard para reforzar una línea ofensiva que le trajo más de un dolor de cabeza al quarterback Deshaun Watson.  ¿Es suficiente para que el ex jugador de Clemson se sienta protegido y disponga de tiempo para mejorar la precisión en sus lanzamientos? En principio, parecería que no. Funcionará como un aliciente, pero será el propio Watson el que deba realizar un par de saltos hacia la madurez para proteger mejor su cuerpo, saber cuál es momento indicado para correr y, lo más importante, ganar mayor precisión en su brazo derecho y corregir el mayor déficit que tuvo en el 2018. Si la ofensiva presenta una plantilla sana y disciplinada tácticamente, será una de las más temibles de la temporada.

La defensiva será un aspecto a tener en cuenta por parte de Texans. J.J Watt y Jadeveon Clowney transitan una etapa de sus carreras en las que sus producciones estelares pueden comenzar a mermar. Posiblemente veamos una temporada de cambios en ésta parte del equipo que ya se vio afectada en la secundaria por las bajas de los CB Kareem Jackson y Kevin Johson y el safety Tyran Mathieu.  Tashaun Gipson, Bradley Roby y Lonnie Johnson son los designados para suplir esas ausencias y con el correr de los partidos oficiales se sabrá si es lo que la plantilla necesita.

Incorporaciones

Altas

Matt Kalil – Tytus Howard (OT): los tackles ofensivos que fueran  pick de primera ronda en el 2012 y 2019, respectivamente, son los nombres más importantes por los que Houston apuesta para reforzar una línea ofensiva que permitió 126 golpes a su quarterback estrella y 62 capturas. Kalil proviene de Vikings y le aporta experiencia aunque si se tiene en cuenta la pésima temporada 2018 del conjunto de Minnesota, Kalil no sería una buena referencia para el puesto. Lo mismo ocurre con Howard. Sin embargo, las dudas pasan por su falta de experiencia en el ámbito profesional. En la franquicia confían en su versatilidad para desenvolverse dentro del campo y ocupara varias posiciones.

Tashaun Gipson (FS): el free safety llega para reforzar una línea secundaria con muchas dudas ocasionadas por las partidas de varios jugadores titulares. Gipson llega desde Jaguars y en su carrera totaliza 2 touchdowns defensivos, 20 intercepciones y 38 pases desviados. A priori, es una incorporación relevante por necesidad, pero rodeada de mucha incertidumbre en cuanto a su desempeño en su sector del campo de juego que deberá cuidar para no forzar a su ofensiva a una producción estelar de puntos por partido.

Bajas

Kareem Jackson (CB): el veterano cornerback de 31 años fue traspasado a Denver luego de 8 temporadas en la franquicia de Texas. Durante su estadía coleccionó 3 fumbles para recuperar el balón, 3 touchdowns defensivos y 16 intercepciones. Jackson es un espejismo de la profunda renovación de la defensiva que se avecina en Texans en el corto y mediano plazo en la que incluye a J.J Watt y Jadeveon Clowney.

Kevin Johnson (CB): el otro esquinero de Texans partió rumbo a Buffalo Bills y si bien sus números a lo largo de su corta carrera no son estelares (1 intercepción, 1 fumble para recuperar y 14 intercepciones) al igual que Jackson mostraban un nivel de complementariedad con la otra mitad de la defensa liderada por Watt y Clowney que parece difícil de recuperar desde los papeles.

Demaryius Thomas (WR): el receptor abierto fue traspasado a Patriots y ser uno de los laderos de Tom Brady junto a Julian Edelman. No tuvo un paso muy exitoso por Houston, pero era una buena alternativa a DeAndre Hopkins. Los números en su carrera son, por demás, interesantes: 9.330 yardas en total con 688 recepciones y 62 touchdowns por aire.

Jugador a seguir

DeAndre Hopkins (WR): es sin dudas el valor más importante que tiene Texans en su plantilla. La temporada anterior registró un total de 1.572 yardas y 11 touchdowns. Si la línea ofensiva demuestra notables mejorías y Watson eleva la precisión en su brazo, la cosecha del eficiente y técnico receptor será mucho mayor. El ex jugador de Clemson logró filtrarse en el podio de los receptores estrellas de la liga a base de actuaciones estelares que posicionaron a su equipo en etapa de pos-temporada. Sin embargo, nada pudo hacer cuanto cayeron estrepitosamente con Colts en el duelo de comodines. En definitiva, será fundamental que cuente con mucho respaldo en el desarrollo de las jugadas como se mencionó anteriormente.

Partidos más destacados

New Orleans, Monday Night Football, 9 de septiembre, en Texas

El primer encuentro de la temporada frente a Saints es un obstáculo difícil de sortear para los dirigidos por Bill O’brien. No sólo por la dificultad del rival sino porque es una buena medida para saber cómo responde el equipo ante rivales de jerarquía como también lo serán Chiefs y Patriots más adelante. El detalle de que juegan en su casa puede jugar a su favor.

Jacksonville, 15 de septiembre y 3 de noviembre, afuera y en casa, respectivamente

El retiro de Andrew Luck puso en jaque las ambiciones de Indianápolis en la liga. Por lo tanto, Texans y Jaguars pelearán por un lugar en playoff y la competencia arrancará fuerte en la segunda semana de temporada. Los duelos divisionales siempre implican un gasto de energía por encima de lo habitual, ya que los rivales se conocen a la perfección y las diferencias de victorias entre ellos pueden definir el futuro de cada franquicia.

New England, 1 de diciembre, en Foxborough.

El último mes del año arranca de forma vertiginosa para Houston. La visita a la casa de Tom Brady conlleva una serie de riesgos para el final de temporada. Si bien no será determinante  y dependerá del récord que ostenten para ése momento, un paso en falso puede sembrar demasiadas dudas para la etapa más delicada de la regular.

Tennessee, 29 de diciembre, en Tennessee.

El partido de final de temporada es el encuentro divisional que Texans mantendrá con Titans. Viejo conocido, la plantilla que lidera Marcus Mariota es un rival que nadie quiere enfrentar, y menos, si se trata en instancias que definen continuidad o vacaciones. Dos semanas antes se medirán en Texas y seguramente se obtenga un panorama más claro de los objetivos de cada uno en este momento.

Bill O’brien

Será su sexta temporada al frente del equipo desde que asumió en Diciembre de 2014 con la particularidad que este año cumplirá las funcionas de entrenador en jefe y gerente general, un estilo que deviene de Bill Belichick, ex jefe de O’brien en el período 2007-2011 cuando se desarrollaba como coach de quarterbacks. Dentro del tiempo que lleva en Texans se destaca como uno de sus mayores logros llegar al duelo divisional ante New England Patriots (posteriores campeones de aquel emblemático  Super Bowl LI ante Atlanta Falcons).

En el ámbito universitario, obtuvo el premio al Entrenador del año de AT&T-ESPN en 2012 por su destacable desempeño tanto adentro como por fuera de la cancha en Penn State.