Horas antes del partido, durante la previa, pocos analistas ni siquiera pensaban que en este partido había alguna emoción, todas las apuestas iban a favor de los que visten el midnight green. Pues bien, a las primeras de cambio, en el opening drive, Case Keenum guió a los suyos al primer TD de la temporada conectando con un Vernon Davis que a sus 35 años aun parece un chaval. A partir de ese momento, el encuentro era otro, los Redskins no llegaron al Lincoln Financial Field de vacaciones y lo demostraron bien pronto. De hecho, no tardaron en volver a subir puntos a su casillero tras un field goal en su siguiente drive mientras los Eagles parecía que se habían quedado en el vestuario.

A los capitalinos les salía todo, el juego de carrera les aportaba yardas, la vía aérea funcionaba de maravilla, y su defensa conseguía sofocar cualquier intentona de los locales. Tanto es así que llegó otro TD por su parte antes de que Philadelphia hubiera creado si quiera peligro. Pero de repente, apareció la conexión que todos los fans estaban esperando, el hijo pródigo Desean Jackson capturó una bomba de 53 yds para lograr el primer TD Eagle del curso. No podía ser de otra manera, el guión estaba escrito, con esa recepción (más otra del mismo estilo posteriormente) D-Jax se convierte en el segundo jugador de la historia con más TD de más de 50 yds con 31, sólo por detrás de la leyenda Jerry Rice. 

Desde ese momento, todo cambió, el ataque de los Eagles, con un Carson Wentz que recordó al de sus mejores tiempos, no dejó que prácticamente los Redskins recuperaran la posesión. Muy al estilo Doug Pederson, sus pupilos al fin encontraron su ritmo en ataque que tanto habían echado en falta al comienzo del encuentro. Sobretodo gracias a apoyarse en un juego de carrera que pasó de producir 30 yds en el primer tiempo, a 96 en el segundo. 

Washington por su parte se fue apagando, y las pocas oportunidades que tuvo de liderar a su ofensiva Keenum se vieron frenadas por un front seven de Philadelphia tan imponente como se esperaba, y que consiguió tapar las vergüenzas que parece seguir sufriendo su defensa más allá de ellos, con un cuerpo de linebackers muy justito, y un sistema defensivo en la secundaria que achica muy bien los espacios en la end zone pero que se expone a demasiada cancha abierta en el resto del terreno de juego.

Sin embargo, puede que el resultado del encuentro no muestre las verdaderas conclusiones que ambos equipos deberían obtener de él. Ya que, los Redskins, pese a su derrota, consiguieron aguantarle el tipo e incluso dominar gran parte del encuentro ante uno de los favoritos de su conferencia y todo ello sin  Adrian Peterson (lesionado) ni Trent Williams (problemas contractuales). Además de poder ver en acción por fin a Derrius Guice, su RB "novato" tras la lesión del curs anterior, que no dejó mal sabor de boca. Por su parte los Eagles, mostraron entrar muy tarde al encuentro y unas carencias defensivas que su próximo rival, los  Atlanta Falcons, no dudaran en aprovechar. Si Case Keenum y los suyos lograron 380 yds de pase, ¿cómo podrán los de Philadelphia frenar a Julio Jones y compañía?