Gabriel Escobar profundizó su gran momento en la disciplina de peso mosca (-52 KG). Este sábado, venció a Daniel Asenov por decisión dividida (4-1 en puntos) para situarse en las semifinales. El kazajo Saken Bibossinov, bronce mundial en 2019, será su siguiente parada el próximo martes en la tarde japonesa.

El púgil madrileño, actual campeón de Europa, hizo valer su condición en un combate cuyo resultado quedó en manos de unos jueces que valoraron el buen boxeo del español que quiso la victoria más y mejor que el centroeuropeo.

Escobar sorprendió al búlgaro y aprovechó su buen manejo de las dos manos para cambiar la guardia ante un Asenov que le esperaba con la derecha. Ese cambio fue clave para entender un primer asalto en el que dominaba el nacido en Madrid, que buscaba combinaciones que entrasen en la guardia cerrada del contrario. Era el único que proponía ante un rival que sólo era capaz de soltar alguna mano a la contra.

El dibujo del combate estaba bien esbozado por un Escobar que convencía a los jueces con su boxeo, apuntándose también un segundo round en el que se dedicó a exhibir un buen juego de pies para intentar entrar en la guardia de su rival a base de velocidad y buenas combinaciones de directos.

Con la pelea en el bolsillo, el tercer asalto fue una pelea contra el tiempo. Una carrera para ir descontando los 180 segundos hasta que sonara la campana. Sólo había que resistir y el español lo hizo para mantener en pie el sueño metálico del boxeo español

"Vamos a por el sueño y a dar en cada combate lo mejor de mí porque cada pelea es una medalla de oro. Ha sido un combate de ritmo. Teníamos que cuidarnos mucho de sus voleas, que son muy peligrosas. Poco a poco. El tercero ha sido un poco para pasar el tiempo", explicó Escobar.

El madrileño celebrando el veredicto / Foto: JJOO