Adrenalina y mucha tensión. Así podría resumirse la temporada de MotoGP. El año 2017 ha sido sin duda la confirmación de muchas de las cábalas de febrero, pero también ha servido para darse cuenta de que, quizá, haya sido el mejor curso de los últimos años.

Carrera a carrera: el respeto como lema común

Viñales fue el nombre propio a comienzos de campeonato, allá por marzo. Qatar y Argentina se rendían a los pies del piloto de 22 años, que hubiera firmado seguro un inicio como el que aconteció.

Pero entonces, como en toda buena historia, todo se truncó. Una caída en las Américas allanó el camino de Marc Márquez, que no sólo fue campeón en aquella batalla, sino que después terminaría ganando la guerra. Una guerra que, sin duda, siempre gana el mejor estratega, y no el más rápido. Jerez dio la campanada y Le Mans dejó sin respiración a más de uno. Dani Pedrosa se alzó con el título ante la afición española, siempre fiel a una de las grandes citas, siempre fiel al motociclismo y por supuesto siempre fiel a los pilotos españoles de la parrilla.

Foto: VAVEL
Foto: VAVEL

En cambio, en el circuito francés todo volvió a su sitio. Maverick volvió entonces al trono que había perdido carreras atrás, mientras Rossi, por mera desesperación, terminó en el suelo en plena batalla por la cabeza. Zarco lideró aquella carrera durante muchas vueltas, demostrando que la palabra “rookie” para él no tiene significado alguno.

Entonces apareció Dovi. Como si de una estrella fugaz se tratara, el italiano se coló entre los que hasta entonces parecían favoritos, ganando en casa, en Italia, ante su gente. Lo que muchos no sabían es que Mugello se convertiría en el punto de inflexión de la temporada, ya que Catalunya también se quedó sin victoria española.

El Circuit volvió a contar con la firma final de un Andrea Dovizioso que no quería alardear, pero que sabía acababa de poner el picante a la competición que faltaba. La chispa de la rebelión que no pudo en ningún momento formalizar Lorenzo, en quien había muchos, quizá demasiados, ojos puestos a principio de temporada. En Holanda sí, Valentino. Assen fue testigo de que nadie iba a tirar ni media oportunidad, por pequeña que pareciera. Ni siquiera Petrucci, que quedó segundo en los Países Bajos.

En Alemania y Brno Marc Márquez pasó por encima de un guión preescrito, dos victorias sentenciantes, que sirvieron al mismo tiempo para alejarse de Dovizioso. Lo que no sabía entonces Marc, era que Andrea tenía trazado un plan que, mínimo, pasaba por generar espectáculo a lo largo de todo lo que quedaba de campeonato. El mundial será recordado por el “tira y afloja” que han mantenido ambos pilotos, siempre bajo un lema de deportividad constante y permanente, que engrandece todavía más la temporada.

Marc Márquez | Foto: VAVEL
Marc Márquez | Foto: VAVEL

Austria dejó grabada en nuestra retina la bonita batalla entre ambos pilotos. Batalla que terminó llevándose el italiano en la última curva, casi nada. No apto para cardíacos tampoco la cita en Silverstone. Con Marc averiado, Dovi se llevó el duelo frente a las Yamaha.

De nuevo, como en cada historia que se precia, el guión cambió. Dovi terminó por los suelos bajo la lluvia de Misano, que vio como Marc vencía y se ponía de nuevo por delante en el Mundial. Aragón dictó sentencia, siendo de nuevo tierra española conquistada por español. El ‘93’ gastó entonces lo que parecía la penúltima bala. Un nuevo enfrentamiento directo para la hemeroteca en Japón dejó al italiano acariciando el Mundial, pero la victoria de Marc en Australia volvió a poner tierra de por medio entre título e italiano. Sin embargo, Sepang fue lo que muchos no querían pero todos celebraban: la confirmación final de que 2017 había sido, antes de Valencia, la mejor temporada de los últimos tiempos.

El Circuit de Valencia simplemente tuvo que disfrutar. Ganara quien ganara. Las cábalas decían que Andrea tenía que ganar y Marc quedar duodécimo, o peor, para que el italiano volviera campeón a casa. Con la victoria de Hayden en la memoria, la expectación en Valencia era máxima. Las entradas se habían agotado desde hace meses para ver como se decidía el campeonato en el último gran premio de la temporada.

Marc Márquez y Andrea Dovizioso se llevaban toda la atención de los medios y el público, notando la gran tensión que se vivía esa temporada, aunque ambos pilotos dieron una gran lección de compañerismo a toda la afición. Márquez salió dándolo todo, concentrado en acercarse lo máximo posible a Zarco para hacerse con la victoria.

Un fallo en la primera curva dejó al mundo sin aliento durante unos segundos. A 150km/h, frenando 30m más tarde y deslizándose sobre el asfalto durante 50m. Y se levantó. Los codos de oro volvieron a salvarle una vez más, esta vez para darle su sexto título como campeón, dejando una imagen para la historia. El ‘Big 6’ entró tercero, con Dovi y Lorenzo terminaron por los suelos.

El año de Nicky y de Ángel

El pasado 3 de agosto falleció el piloto español de motociclismo más laureado de la historia, Ángel Nieto. A pesar de su labor fuera de la pista por el motociclismo en España, sus éxitos dentro de ella le hicieron lograr sus sueños.

Pasarán los años. Algunos superaran sus victorias, otros incluso sus títulos mundiales, pero ninguno logrará superar su legado y todo lo que hizo por el motociclismo español. No cualquier ángel se fue al cielo en agosto.

Foto: Twitter
Foto: Twitter

Desgraciada e inesperadamente la vida de Nicky Hayden también acababa el 22 de mayo de 2017, habiendo sido atropellado accidentalmente 5 días antes en Rimini, Italia, mientras entrenaba rodando en bicicleta. Esto hizo que los corazones de familiares, amigos, pilotos y afición se parara por un momento. Se perdió a un campeón, pero sobre todo a una gran persona.

Esta temporada ha sido especial por y para ellos. Gracias Nicky. Gracias Ángel.

Así ha sido el 2017 de los pilotos, uno a uno:

Marc Márquez, una leyenda que sigue creciendo

Andrea Dovizioso, nadar para morir en la orilla

Maverick Viñales, la guerra en su propio box

Valentino Rossi, la irregularidad marcada por el chasis

Jorge Lorenzo, una temporada inesperada

Dani Pedrosa, fuerza y honor

Álex Rins, la mala suerte del año del debut

Hector Barberá, temporada con paso hacia atrás

Bradley Smith, un año de aprendizaje

Aleix Espargaró, una temporada difícil

Loris Baz, la promesa desaprovechada

Álvaro Bautista, la montaña rusa de las posiciones

Jonas Folger, una temporada agridulce

Karel Abraham resurge y vuelve a MotoGP

Mika Kallio, creando una moto ganadora

Pol Espargaró, el domador de la fiera

270

Johann Zarco, una temporada de ensueño

Michele Pirro, tranquilidad y constancia

Sam Lowes, paso atrás para impulsarse

Tito Rabat, el valor del trabajo

Cal Crutchlow, un año de subidas y bajadas.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Martín Velarde Falcón
Periodista. Escribo, opino y disfruto del deporte con quienes lo forman. Presento 'QUÉ! crack'. En VAVEL y QUÉ!.es.