Todo empezó con un regalo que Papá Noel dejó bajo el árbol de la familia Pedrosa cuando Dani apenas tenía cinco años. Con la ilusión propia de un niño de esa edad, Dani Pedrosa abría los paquetes que contenían en su interior "la ropa de motocross" y el casco. Poco podía imaginarse en ese momento que, años después, sería reconocido en todo el mundo, admirado y respetado. Que conseguiría ganar no uno, sino tres Campeonatos del Mundo. Que sería el ídolo de miles de niños y niñas en todo el mundo que soñaban con ser como él. Dani Pedrosa no podía imaginar que algún día sería una Leyenda de MotoGP, al igual que los pilotos a los que él admiraba con cinco años. Pero no todo ha sido un camino de rosas hasta llegar aquí: Dani también ha tenido que hacer frente a adversidades que no han hecho sino aumentar la admiración hacia él.

Dani Pedrosa tiene el mismo origen deportivo que la mayoría de pilotos de su generación: las minimotos. Llegó a la Copa de España de minimotos en 1996, donde coincidió con pilotos como Álvaro Bautistsa, Héctor Faubel, Joan Olivé o Efrén Vázquez. Durante tres temporadas, Dani estuvo compitiendo en la categoría Prototipos Cadete-juvenil, en las que ganó un total de dieciocho carreras y fue campeón en 1998, un aviso de todo lo que estaba por llegar. El siguiente paso fue el decisivo, el que le llevaría hasta el Mundial de Motociclismo.

Dani Pedrosa durante su época en minimotos. | Foto: Repsol Media
Dani Pedrosa durante su época en minimotos. | Foto: Repsol Media

En 1999, Dani Pedrosa se presentó a la Copa Movistar, una copa de promoción para todos aquellos jóvenes que soñaban con ser pilotos. Pedrosa presentó su inscripción a pesar de no contar con la edad mínima para participar, que era de catorce años y que el catalán no cumpliría hasta siete meses después. Sin embargo, fue uno de los seleccionados. Algo en él hizo que Alberto Puig se saltase las normas y le diese la oportunidad de participar. Y aunque sus inicios en la Copa Movistar no fueron fáciles, Pedrosa fue de menos a más, aunque no consiguió ninguna victoria. Pero esto no fue impedimento para que Puig lo eligiera para formar parte del equipo que participaría en el CEV la siguiente temporada, junto con Joan Olivé y Raúl Jara.

La progresión de Pedrosa esa temporada en el CEV era más que evidente, terminando cuarto en el campeonato, aunque el salto al Mundial aún tendría que esperar algunos meses más. El piloto de Castellar del Vallés debutó en el Mundial de 125cc en el Gran Premio de Japón, en el mítico trazado de Suzuka. Al final de esta primera temporada, Dani Pedrosa terminaría en octava posición. En 2002 llegó su primera victoria en el campeonato: el pupilo de Alberto Puig estrenaría su palmarés de victorias nada más y nada menos que en “La Catedral”, la única que tiene en su haber en el circuito de Assen. Pedrosa terminaría tercero en su segundo año en el Mundial. Simplemente, estaba preparando el terreno para todo lo que estaba por venir en el futuro.

Dani Pedrosa celebrando una victoria en 125cc. | Foto: Web Dani Pedrosa
Dani Pedrosa celebrando una victoria en 125cc. | Foto: Web Dani Pedrosa

La tercera temporada de Dani Pedrosa en la categoría de 125 c.c. fue la que lo encumbró como uno de los grandes. Es cierto que no tuvo un arranque de temporada deslumbrante, pero con constancia y regularidad terminó por hacerse con su primer título mundial: Malasia, circuito de Sepang, Pedrosa controlando la carrera de principio a fin y cruzando la meta en primera posición. En ese momento, la serenidad y frialdad que le caracterizan como piloto desaparecieron. Dani Pedrosa era Campeón del Mundo de 125 c.c. Y sus lágrimas, al bajarse de la moto y abrazar a su mentor, la definición de la felicidad que el jovencísimo Pedrosa sentía en ese momento. Pero esa alegría duraría poco, ya que en la siguiente carrera, Pedrosa sufrió la primera gran lesión de su carrera deportiva: tras una caída en Phillip Island, se fracturó el maléolo interno del pie derecho y la tibia y el astrágalo de la pierna izquierda.

Dani Pedrosa iba a demostrar de que pasta estaba hecho a partir de ese momento. Con tan solo 18 años, se sometió a sesiones de rehabilitación, consultas médicas, fisioterapia…todo para volver a subirse a la moto, a la Honda RSW 250 que pilotaría la siguiente temporada. Casi sin poder subirse a la moto durante la pretemporada, el Samurái afrontó el reto de una nueva categoría: 250c.c. Y comenzó desde lo más alto del podio, donde se subiría en más ocasiones a lo largo de esa temporada. Dani consiguió proclamarse Campeón del Mundo de 250 c.c., título que revalidaría la siguiente temporada. En 2005, Pedrosa terminó de forjar su leyenda, consiguiendo lo que nadie, ni siquiera Valentino Rossi, había conseguido antes: ser el piloto más joven de la historia en ganar tres mundiales consecutivos.

Dani Pedrosa celebrando uno de los títulos de 250 cc. | Foto: Web Dani Pedrosa
Dani Pedrosa celebrando uno de los títulos de 250 cc. | Foto: Web Dani Pedrosa

El paso lógico era el salto a Moto GP. Así, Dani Pedrosa debutó en el Gran Premio de España, en el Circuito de Jerez, en la categoría reina un 26 de marzo de 2006. Y lo hizo a lo grande, subiendo al podio en su primera carrera, en segunda posición. La victoria no tardaría en llegar para el piloto del Repsol Honda, que se alzó con el triunfo en el Gran Premio de China. A partir de este momento, el de Castellar del Vallés no faltaría ninguna temporada a su cita con la victoria, siendo el único piloto que ha ganado todos los años en MotoGP. Sin embargo, aún tiene una deuda pendiente con la máxima categoría, una que ya no podrá saldar: conseguir el título de Campeón del Mundo de MotoGP. 2012 fue la temporada que más cerca estuvo el catalán de hacerse con la ansiada corona, cuando terminó a dieciocho puntos de Jorge Lorenzo, que se proclamó campeón.

Dani Pedrosa y Valentino Rossi | Foto: Web Dani Pedrosa
Dani Pedrosa y Valentino Rossi | Foto: Web Dani Pedrosa

A pesar de no haber conseguido el título de Moto GP, Dani Pedrosa es un piloto de récord. Ha sido tres veces subcampeón del mundo de Moto GP. En total, tiene 153 podios, de los que 54 son victorias y 31 en MotoGP, que lo convierten en el séptimo piloto con más triunfos de la historia, empatado con Mick Doohan. Además, es el tercer piloto con más participaciones en grandes premios (285), por detrás de dos mitos como Valentino Rossi y Loris Capirossi; y el segundo con más puntos, solo superado por 'Il Dottore'. Y todo esto sin contar las poles: Pedrosa es el sexto piloto con más primeras posiciones de parrilla.

Pero lo más importante que ha conseguido Dani Pedrosa está en las gradas y en el paddock. El piloto de Honda cuenta con una de las aficiones más fieles del campeonato, que siempre lo han admirado por los valores que representa, los mismos valores que han hecho que se gane el respeto del paddock y el reconocimiento del resto de pilotos. Humildad, sacrificio, esfuerzo, capacidad de superación…son solo algunos de los adjetivos que lo definen. No es extraño que algunos de los pilotos jóvenes del campeonato nombren a Dani Pedrosa como su referente.

Con la marcha de Dani Pedrosa del Mundial se va uno de los mejores pilotos de los últimos años, no solo a nivel de números, también a nivel humano. Alguien siempre sereno, frío y calculador en la pista; tímido y reservado fuera de ella, pero siempre amable y educado con todos los que se acercaban a pedirle un autógrafo, una foto o simplemente a saludarlo. El hueco que deja el Samurái en la parrilla podrá ser ocupado por cualquier otro piloto, pero no será tan fácil que esto ocurra con el hueco que deja entre los aficionados.