Misano 2015, circuito en el que los tres grades del Mundial de MotoGP se jugaban una emocionante lucha. Valentino Rossi llegaba primero en la clasificación general, con Lorenzo pisándole los talones a 12 puntos y Marc Márquez buscando superar lo mejor de las Yamaha.
Tras los test de clasificación, Jorge Lorenzo consiguió quebrantar la moral de su mayor rival rompiendo el record de la pista y llevándose una pole position en una carrera decisiva que parecía corresponderle. Cuando el semáforo en rojo se apagó, tan solo quedaban seis carreras para finalizar el Mundial y una de ellas estaba en juegos en esos momentos.
El dorsal 99 salió con ansias de ganar cogiendo cabeza de carrera desde la salida, pero el tiempo climatológico quería poner la tensión en el cuerpo y hacer a los mecánicos trabajar. En la segunda vuelta los comisarios ya asomaban las banderas blancas que indicaban a los pilotos que podían entrar a box a cambiar sus motos y coger las de configuración en mojado.
Como si de tres clones se tratase, en la sexta vuelta, Lorenzo, Márquez y Rossi decidieron entrar a cambiar la moto saliendo los dos españoles side by side con sus chasis casi pegados. Sin nada que perder en el campeonato y con su habilidad para tomar riesgos, Marc consiguió adelantar al pole man dejando a Rossi aún más retrasado.
Pero ni si quiera en el ecuador de la carrera, la climatología no dejaba descansar. En la vuelta dieciséis, un carril de seco ya se dejaba ver en mitad de la pista. Márquez fue el valiente que tomó la iniciativa, entre los “tres mosqueteros”, de cambiar la moto otra vez a seco; seguido por Lorenzo unas vueltas después, dónde le marcaban en la pizarra “in” y de Rossi que veía como mientras salía otra vez a pista su principal rival (el 99) resbalaba en una curva con la misma moto que acababa de cambiar y se iba al suelo dejando el camino libre hacia una victoria del Mundial servida en bandeja, aunque finalmente todo se decidiese en el último encuentro del GP de la Comunitat de Valencia a favor de Jorge Lorenzo.
De Reino Unido hasta lo alto de Misano
Las cosas tampoco fueron nada mal para los dos británicos, Bradley Smith y Scott Redding, que acabaron en el podio por detrás de Márquez. Pilotar en condiciones extrañas de lluvia se les da bien por los terrenos dónde se han entrenado y las decisiones de último momento y su sensibilidad con los neumáticos están un punto extra de los demás pilotos. Scott Redding pasó de la posición trece a la posición tres en una carrera que se vio bastante condicionada por el mal tiempo mientras que Bradley Smith terminaba segundo desde una sexta posición en parrilla.
Vence al tiempo y a Yamaha
Con la cabeza bien fría, Marc Márquez supo cuando entrar a cambiar cada moto en una carrera complicada en la que estaba luchando contra lo mejor que tenía Yamaha en esos momentos; dos pilotos Campeones del Mundo y merecedores de disputar entre ellos el oro y la plata en lo que quedaba de Mundial.
Sin hacer mucho ruido, aunque saliendo segundo, supo mantener su posición hasta que decidió atacar y luchar por una victoria sin tener nada que perder. Pero el punto clave fue el cambio de la segunda moto cuando no esperó a nadie y tomó la iniciativa consiguiendo así una gran victoria, en una gran carrera, con una gran ventaja. Dejando a las dos Yamaha lejos de él.