Podría pensarse que después de hacerse con el título mundial en el GP de Aragón disputado en el trazado de Motorland, Brad Binder podría relajarse y conformarse con disfrutar encima de su moto. Nada más lejos de la realidad. Además de disfrutar sobre su KTM, también tiene tiempo para pelear por la victoria. En el GP de Japón no ha sido posible, puesto que por la pérdida de grip y buenas sensaciones en su moto, se ha tenido que conformar con una segunda posición y dejar en bandeja la victoria para el italiano Enea Bastianini.

Binder ha perdido la carrera por tan solo 17 milésimas de diferencia. Una pelea mano a mano con Bastianini mientras dejaban al resto de pilotos a más de cuatro segundos de diferencia. Algo inusual en la categoría pequeña. "Por lo general hay un grupo grande de pilotos en las carreras de Moto3, pero hoy he tratado de escaparme y funcionó. La carrera iba bien y me sentía cómodo y seguro a la cabeza, pero cuando quedaban ocho vueltas para el final empecé a sufrir en casi todas las curvas debido a la falta de adherencia. Fue muy difícil para mí continuar con el mismo ritmo”, ha comentado Binder al finalizar la carrera.

A pesar de esos problemas en su moto, el del Red Bull KTM Ajo aguantó hasta la última vuelta pero se quedaba con la miel en los labios tras ver con resignación como Bastianini le pasaba y se iba directo a por la victoria en Motegi. “En general, ha sido una carrera casi perfecta que me llevó a liderar la misma casi en totalidad, y es una pena que la victoria se escapara en la última vuelta. Lo positivo es que tenemos otro podio, lo que también es importante. Doy las gracias al equipo por otro fin de semana de un gran trabajo”, concluía el sudafricano.