Le Mans 2003, Rossi partía desde la pole con Barros, Capirossi y Biaggi acompañándole en primera fila con una parrilla en la que aun había cuatro pilotos por fila, relegado a la segunda fila y en séptima posición, la estrella inesperada de la carrera, Sete Gibernau. El español no había encontrado buen ritmo durante la clasificación y su mejor vuelta fue un segundo más lenta que la de Valentino Rossi.

Los de primera fila no fallan al salir

Pese a que Rossi no hizo una gran salida y cedió su posición de privilegio, la carrera estaba encabezada por Loris Capirossi que partía también en primera línea seguido de Valentino y Barros, en cuarto lugar, la primera sorpresa, Norick Abe que llegaba remontando posiciones. Sete Gibernau, perjudicado por salir desde la segunda línea, no solo no conseguía ganar ninguna posición y, además, cedía dos para situarse en noveno lugar.

En las primeras vueltas, el brasileño Alex Barros tomó la delantera y trató de tirar para abrir hueco, sin embargo, Valentino Rossi no quería dejarle escapar, un poco más atrás de Vale, un grupo perseguidor formado por muchos pilotos con Gibernau a la cola de ese grupo en séptimo lugar.

Tocaba remar a contracorriente en carrera para Sete Gibernau si quería alcanzar a Rossi y a Barros y el español empezó a avanzar posiciones en el grupo perseguidor hasta situarse quinto en la vuelta cinco y con veintitrés aun por delante.

Tirando en el grupo perseguidor y a por la cabeza

Gibernau tenía una idea clara en mente, ganar la carrera de Le Mans, y parecía que no iba a desistir en su intento por difícil que fuera, con Capirossi fuera de carrera, Melandri y Biaggi eran los obstáculos de Sete antes de encabezar el grupo perseguidor para tirar. Melandri también iba a quedar fuera de la lucha y el gran problema del piloto español pasaba por adelantar a Biaggi pero también por conseguirlo rápido ya que Rossi comenzaba a escaparse. El que parecía un enemigo para Sete en su lucha por ganar, se convirtió en un aliado por momentos, Max empezó a tirar fuerte y con Sete a su rueda no tardó en llegar a contactar con Barros. Rossi abría cada vez más y más hueco mientras que el grupo perseguidor tenía un cuarto invitado, Tohru Ukawa que adelantaba tanto a Sete como a Biaggi y se situaba tercero.

Invitado inesperado para Rossi y agua de mayo para Sete

La lluvia quiso tomar parte de la carrera cuando Valentino lideraba con mucha ventaja sobre el grupo perseguidor. Esta presencia de una lluvia que era cada vez más intensa obligó a dirección de carrera a sacar la bandera roja y retomar la carrera reducida a tan solo trece vueltas. Un error en el tiempo de pit lane dejaba a los rivales de Sete Gibernau y Alex Barros fuera de carrera saliendo Ukawa y Biaggi desde el pit lane. Nuevamente Barros arrancaba la carrera liderando y con la ventaja sobre Rossi neutralizada había un grupo de tres pilotos para luchar por la victoria.

Esta vez era Valentino Rossi quién parecía quedarse descolgado del grupo en unas primeras vueltas de tanteo con la pista, el que mejor parecía adaptarse a esta situación era Barros que pintaba los sectores de rojo vuelta tras vuelta y quería escaparse en solitario, Gibernau, segundo tiraba todo lo posible para no permitirlo.

A falta de nueve vueltas para el final, Rossi volvía a tomar contacto con el grupo y comenzaba un duelo a tres para conseguir la victoria en una carrera al sprint. Tras varias vueltas de tanteo y estudio entre los tres pero sin empezar las hostilidades, Valentino Rossi las inauguraba pasando a Sete Gibernau para ser segundo a seis del final. Las primeras hostilidades tuvieron un único foco de atención, Valentino y Sete se adelantaban en varias ocasiones mientras Barros, líder, no podía tirar para escaparse aprovechando la pelea.

Rossi y Gibernau en su batalla cuerpo a cuerpo. Foto: foros.elrincond
Rossi y Gibernau en su batalla cuerpo a cuerpo. Foto: foros.elrincond

A falta de cinco vueltas, líder por primera vez

El primer cambio de líder en la nueva carrera se produjo a falta de cinco vueltas para el final, Sete Gibernau se colaba por dentro a Alex Barros y se ponía líder por primera vez en ambas carreras. En esa misma vuelta, Rossi no dudaba en meterse por dentro de Barros en la última curva para situarse segundo. Gibernau trató de tirar todo lo posible para escaparse pero Valentino, tras ceder un poco de terreno, parecía tener controlada la situación mientras que Barros, tras los dos adelantamientos que le dejaron tercero, parecía no tener ritmo para seguir en la pelea y prefirió firmar el tercer puesto.

Rossi iba a llegar a la rueda de Gibernau, y a falta de tres vueltas para el final estaba pegado ya a la rueda de Gibernau para estudiar dónde adelantarlo para situarse líder por primera vez en la carrera de mojado. Una vuelta le valió para saber que el punto de adelantamiento sería el mismo que usó con Barros y, en la última curva, se metía por el interior de Gibernau para situarse líder a falta de dos vueltas. Tras una vuelta de máximo respeto, Valentino cruzaba la meta liderando la carrera con una última vuelta por delante, per Sete había trabajado muy duro para llegar a pelear por la victoria y quería intentar obrar la proeza completa. Menos de media vuelta tardó Gibernau en meterse por el interior de Rossi y colocarse líder, Valentino Rossi le devolvía la partida poco después pero se iba algo colado y, pese a su intento de clavar frenos, Gibernau volvía a ponerse al mando de la carrera.

A la desesperada, en la misma curva en la que ya le había pasado en otra ocasión se tiró por el interior colocándose líder pero nuevamente iba a cometer el mismo error para servir en bandeja la victoria a Sete Gibernau que cruzó la meta con poco más de una décima de ventaja.

Primer día glorioso del motociclismo español

El Gran Premio de Le Mans marcaría un antes y un después en el motociclismo español, por primera vez en la historia, tres pilotos españoles se habían alzado con la victoria en las tres categorías. En 125cc Dani Pedrosa, en 250cc Toni Elias y en MotoGP Sete Gibernau lograban un triplete de victorias que pasaba a la historia del motociclismo español por ser el primero. En una época en la que el motociclismo español no tenía la hegemonía actual ni gozaba de tantos pilotos inscritos en las categorías como ahora, era prácticamente una proeza impensable lograr un triplete de victorias.

Revive la carrera de MotoGP de LeMans 2003