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Los Rams y los Chargers construyen su futuro lejos de sus aficionados

No es la primera vez que una franquicia decide cambiar su ciudad por otra que les interese más a los directivos, económicamente hablando, sin importar la opinión de sus seguidores.

Los Rams y los Chargers construyen su futuro lejos de sus aficionados
Los Rams y los Chargers construyen su futuro lejos de sus aficioados. Foto: USA Today Sports
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Por Álvaro Ortega

Los Rams y los Chargers han sido las dos últimas franquicias en anunciar que cambiarán su casa en las próximas temporadas. Ambos equipos compartirán estadio en la ciudad californiana de Los Ángeles. El increíble LA Stadium estará listo para el año 2019 y supondrá un paso muy importante en las aspiraciones de ambos equipos para lograr la Super Bowl.

Hasta la pasada temporada los Rams jugaban en su ciudad, Saint Louis (Missouri) a unos 2.500 kilómetros de Los Ángeles (California). Desde la actual temporada hasta la finalización del nuevo estadio, la franquicia jugará todos sus partidos en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. Un espectacular estadio con capacidad para 90.000 personas que ya fue su casa entre 1946 y 1979, además de sede olímpica en 1932 y en 1984. Esto ha supuesto un duro golpe para los aficionados de Saint Louis, que ya es la segunda vez que pierden a su equipo, como sucedió en 1988 cuando los Cardinals se mudaron a Phoenix.

Los otros protagonistas de este cambio de ciudad son los Chargers, cuya sede hasta el momento la tenían en San Diego (California). Tras un acuerdo con los Rams para la construcción del nuevo estadio, los Chargers se han trasladado a Los Ángeles. Para ellos el cambio no es tan drástico, ya que San Diego se encuentra a poco más de 180 kilómetros de su nueva ciudad. Hasta la finalización de las obras en su nuevo estadio la franquicia jugará en el StubHub Center, la casa de los Ángeles Galaxy de la MLS, un estadio mucho más pequeño que el Memorial Coliseum, pero con capacidad suficiente para todos los aficionados.

A pesar de la ilusión que ha provocado la llegada de dos franquicias a la ciudad, ninguno de los dos equipos ha conseguido llenar sus estadios en los primeros partidos. Esto se debe, en parte, a que los resultados y el espectáculo que proporcionan no les acompañan plenamente. A ambos equipos se les resiste la victoria como local y como visitante en las últimas jornadas, y el juego que practican no es del todo convincente. Tendrán que trabajar muy duro si quieren volverse a ganar al público de la que fue su sede, y para ello sólo hay un camino, ganar.

Tras veinte años sin ninguna franquicia en Los Ángeles, la ciudad californiana vuelve a ser una de las capitales de la NFL contando con dos equipos, que pudieron haber sido tres si los Raiders de Oakland (California) hubieran aceptado la propuesta de cambio a Los Ángeles, lo que habría sido el regreso a la que fue su ciudad. Sin embargo los Raiders apuestan por un cambio a Las Vegas (Nevada) donde en 2020 estará construido su alucinante nuevo estadio. Esto supone el abandono de su sede y de los fans que les han visto hacerse grandes, en busca de nuevos retos y objetivos más ambiciosos con el apoyo de sus nuevos aficionados en la ciudad de los casinos.