El caso de la violencia doméstica vuelve a perseguir a Ezekiel Elliot después de que un juez apelase el caso para que la NFL imponga la suspensión de seis partidos al runningback estrella de los Dallas Cowboys. Esto recalca la poca capacidad y acierto por parte de la liga de castigar a sus jugadores por su comportamiento fuera del campo.
De momento, la NFL ha anunciado que la suspensión será de efecto inmediato, aunque cabe recordar que todavía son posibles más apelaciones y que tendrá lugar después del partido contra los 49ers, el correspondiente BYE de los Cowboys.
Al respecto, el abogado de Elliot, Frank Salzano, ha asegurado que “están actualmente explorando todas las opciones legales para poder tomar la mejor medida en los próximos días”.
Sin Ezekiel Elliot
La historia con el runningback aún no ha terminado, ya que se espera que podría haber otras maniobras legales en las que bloquear el procedimiento de su suspensión. Sin embargo, la posible suspensión abre otro debate: quién será el que ocupe su lugar en el backfield de los Cowboys.
Son muchos los que dudan que Alfred Morris vaya a jugar, a pesar de ser el segundo en el depth chart y que a menudo suele ser el tercer runningback Darren McFadden al que los Cowboys suelen acudir.
La presencia de Ezekiel Elliot en el campo es sinónimo de triunfo. Al menos así era la temporada pasada pero en la presente 2017/18 el rendimiento del sophomore ha dejado mucho que desear. Los de Dallas llevan 2-3 a pesar de contar con él por lo que deja en evidencia el rendimiento de Elliot.
Lo que sí es cierto es que de hacerse realidad la suspensión del jugador, las posibilidades de los Cowboys para llegar a playoff se hace cada vez más estrecha con cada derrota.