Cuando se toca fondo siempre se ha de pensar en que las cosas solo pueden mejor. Así lo demuestra la selección de Inglaterra, que lejos de deprimirse o hacer cambios drásticos en su estructura tras la decpción que supuso el Mundial de 2015, se encuentra actualmente en un excelso estado de forma. El XV de la Rosa practica un juego fluido y más vistoso de lo habitual a lo largo de su historia, fruto de la dualidad George Ford y Owen Farreel, que parecen haber dejado atrás sus diferencias y ese halo de competitividad entre sí, para asociarse y ser los motores de su selección.

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Eddie Jones ha dado aire fresco a una Inglaterra que está en disposición de hacer historia. Y es que sus once victorias consecutivas le sitúan en la posibilidad de igualar el récord histórico de Nueva Zelanda de dieciséis, alcanzado hace apenas dos semanas. Si siguen con el nivel de juego que demostraron ante unos deprimidos Springbox, lo pueden lograr.

Sudáfrica no tuvo argumentos

Mala racha para la selección del hemisferio sur, que ha encadenado cinco derrotas en los últimos seis partidos. Sin embargo, aún más preocupante que los resultados, son las sensaciones de impotencia que da su rugby, anquilosado y espeso en ataque y poco contundente en defensa.

Jonny May jugó a gran nivel y logró un ensayo en la primera parte

Solo las patadas a palos de Patrick Lampie sostuvieron en el partido a los sudafricanos durante la primera parte, aunque un ensayo de Courtney Lawes al borde del descanso abrió brecha en el marcador, situándolo en 20-9, y suponiendo un duro golpe moral para Sudáfrica. 

En la reanudación se vio a una Inglaterra que siempre llevó la manija del encuentro, y solo su relajación cuando el partido estaba resuelto, hizo que los Springbox pudieran ensayar por medio de Goosen y Le Roux. Antes, las dos estrellas del equipo británico se habían encargado de poner tierra de por medio, con respectivos ensayos para Ford y Farrell. Todos contentos en Twickenham con las prestaciones de un equipo llamado a hacer olvidar el desastre del Mundial 2015.