Un día para la historia. Así es como muchos han definido la etapa del 14 de julio. Un día festivo en toda la nación francesa para conmemorar un momento histórico dentro de la sociedad. El Tour de Francia conseguía aumentar el número de aficionados que se agolpaban en las cuestas del Grand Colombier.
Hoy sin ninguna duda era el día para la fuga y un final trepidante donde el UAE Team Emirates marcaba el ritmo del pelotón de los favoritos para buscar una posible victoria de su hombre en discordia, Tadej Pogacar. Un momento para darlo todo y como afirmaban los jefes de equipo, una oportunidad para tocar la gloria.
Un ritmo endiablado
De nuevo un día marcado por la velocidad de la etapa se podía notar el cansancio acumulado en las piernas. Lo bueno del Tour es que ofrece etapas polivalentes. En esta ocasión, es una etapa con monopuerto que puede evitar algún desfallecimiento como sería más probable en etapas de numerosos puertos.
En el grupo de escapados surgía una calma tensa que marcaba un espacio bastante grande con el pelotón de cuatro minutos. No era para imaginar que pudieran llegar a buen puerto pero sí para tener una pequeña oportunidad que los haga soñar con la posibilidad de ganar la etapa.
Quentin Pacher, el orgullo de Francia
En las primeras cuestas del Grand Colombier de 17 kilómetros de subida saltaba el hombre del Groupama-FDJ tenía obligado atacar por el orgullo del país en busca de la victoria. Por detrás un grupo de tres corredores se quedaban solos en busca el escapado.
Todo estaba por decidir en unas cuestas que afectaban en la condición física de ambos. Al final cuando se observaba el trío llegaba el hombre polaco de Ineos Grenadiers para hacer un ataque explosivo que nadie fue capaz de responder. Se quedaba solo ante el peligro.
Después de llegar a meta confirmaba que sin el coche de apoyo no conocía la situación por detrás. Un estrés añadido a una etapa con mucho desgaste físico. Esta vez como ya hiciera el equipo el año anterior vuelven a ganar el 14 de julio.
Con todo y ante todos solo era recortado por unos segundos y la diferencia con el pelotón se reducía a tan solo 2 minutos que sería de 50 segundos en la llegada a meta de Pogacar. Un ritmo endiablado que lo permitía ganar ante la vigilancia de los gallos en el grupo.
A tan solo 9 del amarillo
Una agonía para Jonas Vingegaard que no da con la tecla para cortar la hemorragia de segundos que se deja en cada etapa con su máximo rival. Ahora debería tomar una iniciativa de líder y poner la carrera firme y no solventar los posibles ataque de Pogacar.
Por mucho que el ciclista esloveno mantenga una buena condición física deben planear una etapa para neutralizar su fuerza y marcar una distancia que no ponga en riesgo el amarillo. Tienen fondo con un gran equipo que puede bloquear el trabajo del UAE Emirates.
Jonas tiene que ir al contraataque y dejar claro en la carrera por qué es el mejor de todo el pelotón. De ese modo puede contrarrestar la fuerza de su máximo rival que ya suma 28 segundos de bonificaciones en todo el Tour de Francia.
Los puestos también se tienen en cuenta y Pogacar ya amenaza el maillot de puntos morados de Neils Powless con 31 puntos ante los 42 del maillot de la montaña. Tienen que pensar en que quedan aún dos días agónicos antes de llegar al segundo día de descanso que puede sser el gran aliado del equipo Jumbo-Visma.
La baza española
Mal día para los grandes protagonistas españoles. Esto se debe a la falta de previsión en un monopuerto que no les ha ido a bien a los españoles mejor posicionados en la general. Por un lado, Mikel Landa era el primero en descolgarse del grupo de favoritos.
Acto seguido, un grupo de cuatro corredores entre los que estaba el propio Pello Bilbao que hoy bajaba dos puestos en la general. Algo normal después de la paliza de hace dos días. Es un corredor diésel que espera mantener una mejor forma física durante la tercera semana de competición.
Por último, Carlos Rodríguez, el corredor granadino sufría en las rampas más duras del puerto y con el cambio de ritmo de Adam Yates. Sepp Kuss que escala a la décima posición de la general lo acompañaba en la línea de meta.
La parte negativa es la buena condición de un Tom Pidcock que se mantiene en el top-10 y es el primero de los mortales en llegar a meta. No tiene porque afectar en el compromiso del equipo en su líder. Una gran noticia para la formación que ve como dos de sus hombres pueden terminar en muy buen puesto en el Tour de Francia.
Mañana se espera más batalla y más cera dentro del pelotón. Entre el primero y segundo de la general hay 9 segundos lo que promete batalla entre los primeros de la general. Llegamos a los Alpes, momento cumbre y más importante de todo el Tour.