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Rivalidades Capítulo I: El Ciclo de los campeones, Hailwood, Agostini y Read

Mike Hailwood dominó la categoría de 500cc hasta que Giacomo Agostini apareció para luchar rueda a rueda y batirlo en la pista. Sin embargo, el fin de la supremacía del piloto italiano se gestó en su propio garaje.

Rivalidades Capítulo I: El Ciclo de los campeones, Hailwood, Agostini y Read
Mike Hailwood, Phil Read y Giacomo Agostini en la primera línea de salida en Mallory Park Post TT (1968) Foto: Classic Bike Guide.
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Por Daniela Torres

A mediados de los 60, el campeonato del mundo tenía un claro protagonista, MikeThe BikeHailwood. El piloto inglés de Meccanica Verghera Agusta obtuvo 4 títulos consecutivos en la categoría 500cc entre 1961 y 1965. En ese último año, un joven llamado Giacomo Agostini debutó como compañero de equipo de Hailwood. 

Durante su primera temporada, Agostini no representó un peligro para el dominio del piloto inglés. Sin embargo, el italiano demostró su capacidad para competirle al finalizar como subcampeón con 6 podios y 38 puntos, 10 menos que su compañero de equipo y campeón de la máxima categoría. 

El primer título de Agostini

Para 1966, Hailwood decidió correr con Honda, así que Agostini se convirtió en el piloto principal de MV Agusta. En principio, ‘The Bike’ correría con el objetivo de ganar en las categorías de 250cc y 350cc, mientras que su compañero de equipo, Jim Redman, lucharía por el campeonato en la cilindrada más importante. 

Los planes de Honda cambiaron cuando Redman se lesionó la muñeca en el quinto Gran Premio de la temporada en Spa-Francorchamps. En las siguientes siete carreras, Hailwood lideró la misión de adjudicarse el campeonato de 500cc para la marca del ala dorada. 

A pesar de que el de Honda sumó 4 victorias y un segundo lugar, su ex compañero, Giacomo Agostini se proclamó campeón, por primera vez, de la máxima categoría con 3 victorias y 5 segundos lugares. Hailwood sufrió cinco retiros que facilitaron la senda al primer título del italiano. 

Sin embargo, Hailwood se quedó con las coronas en 350cc y 250cc, que sumado al subtítulo en 50cc le dieron a Honda el campeonato de constructores. 

Monza: escenario de definición por el título

La cúspide de esta rivalidad se dio en 1967, esta temporada se caracterizó por la paridad entre Hailwood y el piloto de MV Agusta, en cinco carreras compartieron podio, alternando el primer y segundo lugar. Aunque compitieron rueda a rueda en casi todos los Grandes Premios, tres retiros del piloto inglés y uno del italiano marcaron el desenlace de la temporada, ambos llegaron a la penúltima carrera (en Monza) con posibilidades de coronarse campeones de la categoría más importante, los 500cc.

En el circuito italiano, Hailwood estaba superando ampliamente a su perseguidor, Giacomo Agostini, pero una avería en el cigüeñal de su Honda le hizo perder el liderato. Al final, el de Agusta de se quedó con el triunfo que le daría su segundo campeonato en la máxima cilindrada del campeonato. 

El adiós de Honda marcó el final de esta rivalidad

En el balance general, en 1967, Agostini obtuvo 5 victorias, 3 segundos lugares y un retiro, mientras que Hailwood también sumó 5 triunfos y un segundo lugar menos, factor que le dio el título al italiano, pues ambos sumaron en total 46 puntos. 

Mike ‘The Bike’ Hailwood, nuevamente, tuvo que conformarse con los títulos en 350cc y 250cc. Sin embargo, fueron sus últimos títulos en el Campeonato Mundial de Motociclismo. En total sumó nueve coronas entre 1961 y 1967. 

La salida de Honda de la competición en 1968 no solo marcó el fin de la consecución de títulos del piloto inglés, sino también el paulatino fin de esta histórica rivalidad que ese año tuvo su última batalla en el Tourist Trophy, en la Isla de Man en la que Agostini fue vencedor. 

El principio del fin de Agostini

Una vez terminada la rivalidad entre Mike Hailwood y Giacomo Agostini, el piloto italiano de MV Agusta triunfó en solitario en las categorías de 350cc y 500cc desde 1968 hasta 1972. El fin de su dominio llegaría con el arribo de un adversario, Phil Read, a su propio garaje, lo que marcaría una de las rivalidades más icónicas entre compañeros de equipo de la historia del Mundial de Velocidad.

Trayectoria del ‘Príncipe de la Velocidad’

Phil Read fue un piloto inglés que debutó en en mundial en 1961 como piloto de Norton, en su primera temporada logró una victoria en la categoría de 350cc y terminó cuarto en la clasificación general. Al año siguiente logró finalizar tercero en el campeonato de 500cc, razón por la que Geoff Duke le ofreció correr en su equipo a bordo de su moto Gilera 500-4.

En 1963, tras unirse a su nuevo equipo, el ‘Príncipe de la Velocidad’ logró destacarse al obtener tres podios, lo que le permitió ocupar el cuarto lugar en la clasificación general. Al año siguiente, Read se coronó campeón por primera vez de la cilindrada 250cc como piloto de Yamaha, gesta que repetiría en 1965. 

En 1967, el de Yamaha pelearía los títulos de 250cc y 125cc contra la Honda de Mike Hailwood y contra su compañero de equipo Bill Ivy respectivamente. En ambos fue subcampeón, pero el duelo más memorable fue en la categoría del cuarto de litro, pues terminó empatado en puntos con ‘The Bike’ Hailwood, quien se quedó con el título por tener una victoria más que Read. 

Cuando ‘Rebel Read’ se quedó con la corona de Bill Ivy

Al año siguiente, Phil Read tendría revancha en las mismas categorías, pero con una polémica que dio cuenta de su carácter y rebeldía. Para 1968, la orden de Yamaha era que ‘Rebel Read’ lucharía por el título de 125cc y su compañero apuntaría al campeonato de 250cc. 

Sin Honda en la categoría, todo quedó servido para que los de Yamaha pelearan rueda a rueda y en solitario en cada carrera. Read logró coronarse campeón anticipado de su categoría asignada (125cc), pero Ivy no contaba con que su compañero no respetaría las órdenes de equipo. 

En la última carrera, en Monza, ambos llegaron con posibilidades de quedarse con el título de 250cc, lo esperado era que Read procurara quedar detrás de su compañero para asegurarle la corona a Ivy, pero no fue así, ‘Rebel’ ganó la carrera y provocó un empate en puntos y victorias. Al final, el título fue otorgado al ‘Príncipe de la Velocidad’ por su ventaja en la sumatoria de tiempos. 

Phil Read volvería a coronarse campeón de 250cc en 1971. La suma de sus logros anteriores le permitieron unirse al equipo de MV Agusta en 1972 con el objetivo de que detuviera a Jarno Saarinen, piloto de Yamaha y rival de Giacomo Agostini en la categoría de 350cc. 

MV Agusta priorizó a Read y terminó con la racha de títulos de Agostini

Phil Read trabajó en conjunto y cumplió con el propósito del equipo, así que los de Agusta lo asignaron como compañero de Agostini en 1973. Para inicios de esa temporada, las Yamaha de dos tiempos superaron las MV Agusta de cuatro tiempos, así que el equipo italiano decidió incorporar mejoras, en principio, solo para ‘Rebel Read’, decisión que molestó a Agostini, múltiple y vigente campeón del momento. 

Al final, Phil Read sumó 4 victorias, una más que su compañero de equipo y se quedó con el título de la máxima categoría. Este hecho cortó la racha de títulos del piloto italiano y forzó su salida a Yamaha. 

Desquite de Agostini con Yamaha al bicampeón

El inglés repitió título en 1974, mientras su ex compañero fue cuarto en la clasificación general. Sin embargo y contra todo pronóstico, Giacomo Agostini tuvo revancha con Yamaha en 1975, año en el que sumó su decimoquinto y último campeonato en el mundial. En la disputa por el título de 500cc, ‘Agos’ sumó 4 victorias y 84 puntos, mientras que Read fue subcampeón con 2 triunfos y 76 unidades. 

Aunque la prensa de la época resalta la mutua antipatía que hubo entre los dos pilotos desde el primer momento en el que compartieron garaje, también es cierto que fueron aliados en su compromiso de exigir más medidas de seguridad en las pistas. 

Hailwood, Agostini y Read, el trío legendario de pilotos que protagonizó emocionantes duelos en las pistas. Sumaron, en conjunto 14 títulos mundiales de 500cc y dejaron una huella indeleble en la historia del motociclismo. Sus hazañas, aún vivas en la memoria de los aficionados, siguen alimentando la pasión por un deporte que continúa evolucionando y cautivando a nuevas generaciones de seguidores.