Desde que la temporada 2015 del Turismo Carretera se puso en marcha en Concordia, la paridad (o no) del reglamento técnico se transformó, una vez más, en el centro del debate y la polémica. En cada autódromo que visitó la Máxima en lo que va del año se oyeron reclamos y quejas de usuarios de diferentes marcas, solicitando un plus desde lo técnico para poder pelear en los puestos de vanguardia, entendiendo que en las presentes condiciones no tienen dicha posibilidad. Con sólo dos fechas disputadas se dio el primer ajuste, el cual benefició a la gente de Torino, y en estos días pareciera llegar el turno de Ford.

Con el propósito de establecer el nivel de competitividad de la marca del óvalo y cómo elevar su potencial en caso de ser necesario, la ACTC convocó al Gurí Omar Martínez y a Mariano Werner, dos de sus principales referentes, a una serie de pruebas desarrolladas el jueves pasado en Rafaela y este martes en el autódromo Roberto Mouras de La Plata. La supervisión de la actividad estuvo a cargo del ingeniero Alejandro Solga, responsable técnico de la entidad.

Las principales alternativas barajadas para potenciar el nivel de los Falcon corrieron por el lado de la aerodinamia, aumentando las cargas que hoy día poseen. Los bólidos giraron con distintas medidas del splitter delantero y el spoiler trasero, así como con un piso plano, apuntando a mejorar su velocidad de curva, punto débil de la marca. Por otra parte, se instalaron dos difusores distintos buscando incrementar la gama de potencia del impulsor. Las variaciones en el rendimiento de los vehículos con cada cambio fueron registradas y un informe será elevado a la Comisión Directiva de la ACTC, la cual deberá determinar la implementación oficial o no de dichas modificaciones.

Culminados los ensayos, Solga manifestó: “Fue una prueba muy efectiva. A Ford le está haciendo falta contundencia para poder estar adelante con más autos. Queríamos ver qué efecto producía el spoiler del año pasado, con 220 milímetros, y el piso plano. Se probó la variación de rendimiento que se obtiene con esos cambios y se logró un beneficio aerodinámico en velocidad de curva y final.

Todo parece indicar que un nuevo cambio reglamentario se avecina en el TC, el cual despertará tanta polémica como la decisión de no hacerlo. Un nuevo ajuste, por más que se lleve a cabo con la sana intención de alcanzar mayor paridad entre marcas, podría comenzar a desvirtuar un certamen que arrancó hace apenas dos meses, afectando la seriedad del mismo. La pelota queda en manos de la ACTC y esperemos que, cualquiera sea la decisión que adopte, resulte lo mejor para la categoría.