Después de caer en tiempo suplementario en el primer cruce de la temporada, Portland sabía que este martes debía vencer a Phoenix en su casa para dar un paso hacia adelante. En un partido muy parejo, similar al anterior, el equipo de Terry Stotts logró su objetivo al imponerse por 124-121 para llegar a un récord 5-3.

Como en Arizona, la visita apostó al juego interno más allá de no contar con una pieza clave como Tyson Chandler, su pívot titular. En vez de él, Alex Len, Marquese Chriss y el suplente Jared Dudley fueron los encargados en colocar las cortinas para el constante encare del equipo de Earl Watson al aro. Así sumó 44 puntos en la pintura, 28 desde la línea de tiros libres y fue superior a su rival en los rebotes (41-35).

Sin embargo, la ausencia de Chandler marcó el problema de que Phoenix careció de buen marcaje en su zona pintada y Portland aprovechó para golpear. Después de la mala noticia de la distensión en la pantorilla izquierda de Al-Farouq Aminu a cuatro minutos de comenzar el juego, el equipo debió rotar pero volvió a apoyar su anotación en Lillard (38), McCollum (33), Harkless (20) y Plumlee (10).

Después de sacar una ventaja máxima de 18 puntos en el segundo cuarto, Portland no pudo frenar una crecida de Phoenix que acabó con una igualada en 93 a ocho minutos del cierre. Ahí fue cuando Lillard se encendió para sumar 22 unidades y el dueño de casa complementó con una buena defensa en un momento clave para quedarse con el triunfo.