A pesar de haber conseguido el tan ansiado primer puesto al cabo de la temporada regular (53-29), la aventura de los Boston Celtics en lo que va de los playoffs ha sido bastante más compleja de lo que se esperaba. Tanto Chicago como Washington supieron quebrantar a los de Brad Stevens en algún momento de la serie.

En un sublime séptimo y último encuentro, ambas franquicias no defraudaron a sus aficionados. Boston volvió a una Final de Conferencia luego de cinco años, mientras que los de la capital cerraron su mejor temporada desde el año 1979.

El local tomo la posta durante todo el primer acto, llegando a conseguir una máxima de ocho hasta ese momento. Incesantes, los de Scott Brooks salieron encendidos en el segundo y llegaron a dar vuelta el resultado, pero los Celtics no se quedaban atrás y achicaban la brecha, llegando a ser de 55-53 para la visita al cabo del primer tiempo.

La incertidumbre también dijo presente hasta la segunda mitad del tercer cuarto: parejos hasta más no poder, apareció Isaiah Thomas con dos bombas para poner el 85-79 parcial. A su vez, asomó una figura inesperada: Kelly Olynyk, quien tuvo uno de los mejores partidos en lo que va de su carrera.

En los 12 finales, Washington presionó, pero poco pudo hacer ante la embestida del dueño de casa. Thomas terminó con 29 puntos y 12 asistencias, mientras que Olynyk la rompió con 26. En el rival, los 38 de Bradley Beal no sirvieron para lograr el objetivo.
Además, uno de los puntos clave del encuentro fue la cantidad de tantos aportados desde la banca: 48 para Boston y apenas cinco para los Wizards.