El "Gasolero" todavía no se queda sin nafta, sigue demostrando carácter, actitud y por sobre todas las cosas, deja en claro que nunca lo tienen que dar por muerto. La fecha pasada todo esto lo sufrió Boca, que con un gol con un poco de suerte, obtuvo una victoria que no fue justa, pero esta vez le tocó a Independiente que llegó a "Turdera" con un equipo mix de suplentes y titulares debido a que juega la final de la Recopa el miércoles ante Gremio. Sin embargo, así y todo con su gran diferencia de juego que le dio Ariel Holan, Temperley consigue un punto de oro que sirve mucho, teniendo en cuenta que está al rojo vivo en la tabla de promedios, en la cual actualmente está a 13 puntos de Vélez Sarsfield -que ya jugó su respectivo partido de la fecha - para salir de la zona de descenso directo.

Dejando de lado la breve introducción, nos metemos de lleno con el partido y el análisis, del cual nuevamente es inevitable hablar del arbitraje polémico, ya que la fórmula de cobrar las divididas para los “equipos grandes” se volvió a repetir. Diego Abal falló en muchas ocasiones claras para ambos equipos, pero el primero que tenía que ser favorecido era el “Cele”, con una expulsión a Jorge Figal -ya tenía amarilla-, que decidió no ver el encargo de impartir justicia, pero en donde si abrió los ojos y no dudo fue con la roja directa a Matías Nani, que si bien no erró en la decisión, si la tarjeta colorada existía al defensor de Independiente el partido hubiera sido otro. 

No obstante, las más claras antes de ese error eran del "Rojo", que se plantó bien en la cancha, dominando la posesión de la pelota, siendo bastante preciso con los pases y atacando por las bandas, en donde más inseguro se encuentra el conjunto de Gastón Esmerado. El plan Holan iba todo perfecto, atacando con mucha violencia pero lo que no sabía ninguno de los jugadores del "Diablo", es que en el arco contrario reina Josué Ayala, la figura del partido –como contra Boca Juniors en la fecha pasada- que en reiteradas ocasiones atajó pelotas claras de gol, que con sus reflejos, velocidad y estiradas, no hicieron realidad el sueño de Independiente de conseguir los tres puntos y seguir peleando el campeonato, que tiene a los “Xeneizes”, como único puntero. 

Centrándonos en Josué Ayala, el arquero de 29 años, tuvo una historia parecida con Matías Ibañez -ex arquero de Temperley-, ya que fue muy criticado en su comienzo pero hoy se lleva todos los aplausos de la tribuna, hasta logra que algunos se les caiga el orgullo y pida perdón por aquellos insultos que alguna vez le haya dicho. La realidad es que ocupa una posición difícil en la cancha, cargando mucha responsabilidad, que hace que no se note con sus grandes actuaciones que lo hacen ver todo más fácil pero si ayer el equipo de Turdera se llevó un 1 punto, fue en gran parte gracias a él.