En un partido entretenido en el estadio Camp Nou, Real Madrid superó por 3 a 1 a Barcelona con goles de Federico Valverde, Sergio Ramos de penal y Luka Modric. El encuentro comenzó con emociones y en una gran jugada elaborada por el equipo conducido por Zinedine Zidane, finalizó con una buena definición el uruguayo Valverde. El Madrid no pudo disfrutar la apertura del marcador porque Lionel Messi jugó mágicamente con Jordi Alba, quien lanzó un centro ideal para que Ansu Fati convierta el 1 a 1.  A partir de la igualdad el conjunto catalán fue en búsqueda de la victoria ya que creó nuevas posibilidades. Por su parte el Merengue generó una clara oportunidad.

Unos minutos después Messi volvió a provocar un temblor en el fondo visitante  y Casemiro con enjundia cortó la jugada. Sin embargo el VAR observó la acción y avisó al referee Juan Martínez Munuera que no hubo infracción. En consecuencia se  tomó la decisión de no cobrar el penal. A pesar de esta decisión, el Barça continuó atacando, mientras que los dirigidos por Zidane respondieron con contraataques. Con un pasaje de ida y de vuelta, el derby español finalizó la primera parte: 1 a 1.

Más tarde, en el complemento, las dos alineaciones mantuvieron la intensidad del último tramo del primer tiempo.  El árbitro Juan Martínez Munuera y el VAR volvieron a ser protagonistas del compromiso cuando observaron el agarrón de Lenglet a la camiseta de Sergio Ramos y cobraron la pena máxima: el penal. El defensor Ramos, un especialista en estas situaciones, con un trote y aplicando un remate esquinado marcó el 2 a 1 para Real Madrid.

El partido no perdió el interés porque los dos elencos tenían llegadas. No obstante el combinado madrileño guardó una carta decisiva y cuando la utilizó ganó con clase. En un contragolpe, el Merengue buscó a Modric, quien había ingresado unos minutos antes, en el centro del área. Entonces el talentoso enganche croata, a puro fútbol, dejó sin respuestas al arquero Neto y con el arco a su merced anotó con categoría el 3 a 1 final. De esta forma el equipo de la Casa Blanca cerró con alegría el gran clásico español y se sube a la cima del torneo. Por su parte Barcelona entró más en ese laberinto que no puede salir a pesar de los esfuerzos de Messi por tratar de cambiar el rumbo.