Con pocas “Pulgas” y echado por tercera vez

En la dura derrota del Barcelona en la final de la Supercopa ante Atlético Bilbao, Lionel Messi fue expulsado por primera vez en el equipo Culé en 753 partidos disputados y recibió su tercera tarjeta roja en su carrera.

Con pocas “Pulgas” y echado por tercera vez
SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ. Messi y su primera roja con los colores del Barcelona. Foto: Getty images
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Por Nico Castillo

Luego de la noticia del fin de semana, donde en la tarde del domingo 17 de enero del 2021, será una fecha difícil de olvidar para los hinchas del Atlético Bilbao se quedaron el triunfo en la Supercopa contra un irreconocible Barcelona. Los goles de Antoine Griezmann no le alcanzó al conjunto de Ronald Koeman, donde perdió un título en manos del elenco de Gaizka Garitano, los tantos fueron obra de Óscar de Marcos, Asier Villalibre y Iñaki Williams; la principal novedad de la noche en Sevilla fue dada por Lionel Messi sobre el cierre del encuentro.

El capitán de la Selección Argentina, faltando poco para finalizar el compromiso, lanzó un golpe sobre la marca pegajosa de Villalibre y frente los ojos de Jesús Gil, quien actuó de manera rápida para mostrarle la tarjeta roja al rosarino. La primera vez que la “Pulga” le muestran el camino a la ducha en el Barcelona, en 753 encuentros jugados en ninguno había recibido la segunda tarjeta amarilla.

Los anteriores casos que Messi se fue expulsado, en ambos con los colores “Albiceleste” y la última vez, fue hace un año atrás en la Copa América en el espectáculo por el tercer puesto ante Chile. En aquella tarde de Sao Pablo, Mario Díaz de Vivar-árbitro de la jornada-, le mostró la roja por una pelea con Gary Medel y recibió tres meses de castigo.

En la memoria del público futbolero, está presente el año 2005, donde el delantero en su debut con la mayor de la Selección Argentina duro solamente treinta segundos en cancha. En Budapest, había ingresado por Lisandro López y en la primera que tocó, estiró el brazo ante la marcación de Vanszak y el volante de Hungría, exageró en la caída donde el alemán Marcus Merk la consideró como agresión.