Al comienzo del partido, Racing se apoderó de los primeros minutos, tenía un juego constante y pases a un toque, creó una jugada muy buena, pero la defensa de River aprovecho y corto el peligro. La Academia, opto por atacar en grupos, pero pocas veces Copetti lograba estar acompañado y así formar una salida sólida.

La intensidad y presión del local no tardó en aparecer, aprovechaba algunos lugares vacíos que dejaba el equipo visitante. De la Cruz facilitaba la llegada al área, mientras que Suarez se complicaba con la posición fuera de juego.

El primer tiempo no tuvo muchas jugadas de peligro, más que un remate como a los 8' de Alex Vigo desde el centro del área, se desvía levemente dándole un respiro a Racing.

Había un equilibrio entre ambos equipos, arriesgaban, pero las jugadas no se concretaban. La mayor parte del encuentro eran idas y vueltas, pero sin peligro alguno. Racing apostaba al contraataque, mientras que River pocas veces pudo romper las líneas y llegar al arco rival.

El segundo tiempo, tuvo algunas situaciones de gol, pero el equipo de Gallardo seguía sin mucha claridad, mientras que por el otro lado, el equipo de Avellaneda se quedó con 10, Cáceres fue expulsado por doble amarilla, aun así, pudo causar algún que otro susto en el arco de Armani.

Lo más cercano para River llegó a los 9´ con una asistencia de Milton Casco hacia Julián Álvarez que remata desde el centro del área, pero se desvía muy cerca del primer palo.

Por el lado de La Academia no caían muchas ideas y lo único que lograba era evitar que la presión, los cambios de ritmo, sumando diagonales y paredes de River se vuelvan un problema. Si bien, pocas eran de eficiencia, en una de esas posibilidades, Álvarez quedo mano a mano con Arias, pero termino rebotando y yéndose hacia fuera.

El equipo visitante necesitaba aprovechar las pelotas paradas, sin ChancalayMiranda era la única opción, Sigali intentando una oportunidad de cabeza, el desvió se hizo presente negándole toda posibilidad de abrir el marcador.

El encuentro termino 0 a 0, Racing supo controlar las jugadas de River, neutralizo los circuitos que se creaban por parte del rival, mientras que River se veía atado, creaba pocas posibilidades y no tenía un juego 100% limpio, luego de la roja en el lado de Avellaneda, lograron más control, pero Arias no tuvo muchos problemas que resolver.