Se acerca una velada de lujo, protagonizada por Marcos Maidana y Floyd Mayweather, y como en cada una de ellas, la noche anterior se realizó una cartelera con boxeadores con gran proyección a futuro. Anoche fue el turno de Jesús Cuellar (24-1; 18KO), quien derrotó por puntos al estadounidense Rico Ramos (23-4; 12KO) y retuvo su título interino del peso pluma, en el Hard Rock Hotel & Casino de Las Vega. La preparación física del nacido en José C. Paz marcó la diferencia.

La pelea fue, por momentos, desprolija. Tuvo un denominador común los 12 asaltos que duró: Cuellar fue siempre al frente, tiró una enorme cantidad de golpes y buscó con constancia el nocaut. En la primera vuelta Ramos fue a la lona producto de un golpe recto, certero y potente de la mano hábi de su rival, la zurda. Este tipo de circunstancias cambia el rumbo de cualquier combate.

Los rounds siguientes lo tuvieron al local sobreviviendo, recuperándose de la caída, mientras el argentino lo acechaba constantemente tirando mucho y conectando poco. Ese será sin dudas un aspecto a trabajar por Robert García, el mismo entrenador del Chino Maidana, ya que tirar sin conectar puede volverse contraproducente. No obstante, Cuellar nunca se cansó de lanzar golpes.

Si bien el campeón interino fue al frente sin para, no buscó el KO de manera desesperada y perdiendo la línea. Recién en el sexto, Ramos ganó su primera vuelta conectando buenas izquierdas que el argentino asimiló muy bien, demostrando su buen entrenamiento. En el octavo, a Cuellar se le descontó un punto por golpear deliberadamente en la nuca de su rival. Siguió presionando en los últimos asaltos y recién en los últimos dos se notó su cansancio.

Todas las tarjetas lo vieron ganador (114-112; 117-109; 116-110), pero en la cara de Cuellar se veía la decepción por no haber conseguir el nocaut. Sin embargo, el argentino trepó algunos escalones para conseguir una pelea grande y empezar a meterse de lleno en el primer nivel mundial.