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Aldridge destroza a los Wolves y eleva a los Spurs

El ala-pívot firmó una sensacional actuación de 39 puntos para decantar un partido de suma trascendencia. La victoria era importantísima y en San Antonio, con un gran juego colectivo, no perdonaron ante un rival inferior.

Aldridge destroza a los Wolves y eleva a los Spurs
Aldridge superó su duelo con Towns | Foto: Twitter @spurs
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Por Josep Falagán

El salvaje Oeste aprieta y no permite concesiones. San Antonio Spurs y Minnesota Timberwolves se medían en un partido de suma importancia. Ambos están metidos en la frenética lucha por los playoffs, donde una derrota ante un rival directo supone un golpe muy duro.

Llegaban tras pasar un tramo de irregularidad en cuanto a resultados, con ausencias destacables como las de Jimmy Butler y Kawhi Leonard. Hasta hace unas pocas semanas ocupaban la tercera y cuarta plaza de la conferencia, pero la situación había cambiado radicalmente, sobre todo para los de Gregg Popovich, que han llegado a estar fuera de las ocho primeras plazas.

Y es que los Spurs no se han perdido la postemporada desde el año 1997. Nada que ver con unos Wolves que, acumulan 13 cursos consecutivos sin lograr la tan ansiada clasificación. Por tanto, el duelo era de máxima urgencia, donde unos iban a salir reforzados y los otros muy hundidos.

Los veteranos, siempre preparados

Tras el salto inicial, los de San Antonio se mostraron muy erráticos en ataque. LaMarcus Aldridge falló sus primeros cinco tiros de campo, mientras que Danny Green perdonó varios lanzamientos abiertos. Mientras, Jeff Teague comandaba el ataque visitante hasta llegar a un +9 momentáneo.

Sin embargo, la segunda unidad texana cambió las cosas. Eternas leyendas como Tony Parker, Pau Gasol y Manu Ginóbili, acompañados por Rudy Gay, firmaron un parcial final de 8-0. De esta manera, el primer cuarto cerró con un apretado 23-24 que seguía favoreciendo a los de Thibodeau.

Gay lideró la segunda unidad con 14 tantos | Foto: nba.com/spurs vía Getty Images
Gay lideró la segunda unidad con 14 tantos | Foto: nba.com/spurs vía Getty Images

El banquillo de los Wolves no estaba siendo efectivo. Rápidamente, en el segundo periodo, los Spurs dieron la vuelta al marcador. Estaban empezando a encontrar el aro con facilidad y, con los titulares de vuelta, LaMarcus Aldridge dio una exhibición.

El momento del '12'

Después de un mal inicio, el ala-pívot acertó con ocho tiros de campo consecutivos. Todo el AT&T Center rugía con la actuación del que ha sido su principal referencia debido a la larga baja de Leonard. Al descanso sumaba 22 puntos, liderando a los suyos hasta una ventaja de +11 (61-50).

Aunque Karl-Anthony Towns empezaba a entonarse, los Timberwolves se estaban viendo superados por unos Spurs que trasladaron su dominio a la segunda parte. Ahí prosiguieron con un excelente juego de equipo, dibujando y ejecutando el extra-pass a la perfección. Aquello que tan buenos resultados les ha dado siempre.

La eternidad de 'Manudona'

En San Antonio se lo estaban pasando bien. Pero todavía faltaba la chispa que levantara a todo el banquillo. Ésta llegó por parte de Manu Ginóbili, que firmó un mate que hizo vibrar a todos sus compañeros. Los años pasan, pero con 40 el argentino está viviendo una segunda juventud.

Ya solo restaban 12 minutos y los Spurs mandaban por 90-81. Estaban demostrando tener muchos más recursos que los Timberwolves, que también estaban sufriendo las aportaciones de Rudy Gay y Pau Gasol, que coqueteó con el triple-doble (12 puntos, siete rebotes y ocho asistencias).

Ginóbili hizo disfrutar a sus compañeros | Foto: nba.com/spurs vía Getty Images
Ginóbili hizo disfrutar a sus compañeros | Foto: nba.com/spurs vía Getty Images

Dominio incontestable

La ofensiva texana fluía y, con cinco minutos por delante, Danny Green encestaba de tres para poner el +17 (112-95). El escolta había fallado sus seis primeros intentos desde el perímetro, pero en el último cuarto ya había acertado en dos ocasiones. Fallar no iba a minar su confianza.

El partido se había roto y el reloj corría en favor de los intereses locales. En Minnesota no parecían tener armas para contraatacar. Mientras, los pupilos de Popovich realizaban una oda a su estilo de juego superando las 30 asistencias. Había sido una victoria de equipo.

Los rostros serios en el banquillo visitante dejaban clara la situación: cuatro derrotas en seis partidos disputados de marzo. Además, esta última se producía 24 horas antes de recibir a los temibles Rockets. La vida se complica para los Timberwolves.

En cambio, los Spurs, con tres victorias consecutivas, siguen tratando de recuperar posiciones en el traicionero Oeste. Ya han llegado a los 40 triunfos. Difícilmente lograrán rebasar la barrera de las 50 tal y como suele ser habitual, pero son un equipo de playoffs y lo demuestran con actuaciones de este calibre.

MVP del partido: en la temporada más delicada en mucho tiempo para su franquicia, LaMarcus Aldridge ha sido el salvador en múltiples ocasiones. Esta vez volvió a lucir por encima del resto, siendo el principal responsable del comienzo del dominio texano en el segundo cuarto. Finalmente acabó con 39 puntos, diez rebotes, dos asistencias y dos tapones.