La competición de baloncesto más emocionante, dicen algunos, de toda Europa. Cuatro días de acción frenética y partidos sin red, donde la derrota implica inmediatamente hacer las maletas para volver a casa. Quizá el hecho de no jugarlo todo a la carta hace tan especial la Copa del Rey, donde sólo los ocho mejores equipos de la primera vuelta de la competición liguera (o los siente primeros y el anfitrión) tienen licencia para jugarla. Uno de ellos será Unicaja Málaga, que tras protagonizar una primera parte de temporada muy irregular, finalmente sí consiguió entrar por derecho propio en la Copa del Rey 2018, que se disputará en Gran Canaria.

El conjunto entrenado por Joan Plaza aprendió la pasada temporada a ganar títulos después de proclamarse campeón de la Eurocup, firmando especialmente un playoff final en el que fueron capaces de derrotar en dos ocasiones a Valencia Basket en La Fuente de San Luis. Este épico triunfo parecía suponer un cambio de inflexión en la plantilla cajista, pero la realidad es que el equipo malagueño sólo ha ofrecido su mejor versión con cuentagotas, en algunos partidos de Euroliga y Liga Endesa.

Irregularidad en Liga Endesa

El principal reto de Unicaja esta temporada, al margen de ser competitivo en ambas competiciones, era hacer frente a la exigencia física que supone el disputar, en el mejor de los casos, dos partidos por semana, una carga de partidos que en ciertos momentos de la campaña pasó factura al cuadro malagueño.

La realidad es que el equipo andaluz comenzó a buen nivel la temporada, con dos victorias importantes y una derrota ante Fuenlabrada que, aunque pueda parecer inesperada, pero que después no ha quedado como tal ante el nivel mostrado por el conjunto madrileño.

El cuadro cajista siguió mostrando un buen nivel en la competición doméstica, y tras la sexta jornada sólo sumaba dos derrotas (la comentada anteriormente ante Fuenlabrada y la sufrida ante el Real Madrid), lo que le permitió estar en la parte alta de la clasificación. A partir de ese momento, llegó el primer bache del conjunto verde. Tres derrotas consecutivas (ante Baskonia en casa, y ante Delteco GBC y MoraBan Andorra como visitante) hicieron atisbar una pequeña crisis en el club de Los Guindos, que fue cayendo posiciones en la tabla clasificatoria.

Los hombres de Joan Plaza reaccionaron en la siguiente jornada con un buen triunfo ante el Divina Seguros Joventut, un triunfo que tuvo poca continuidad pues, tras una abultada victoria en Zaragoza, los malagueños volvieron a sufrir una nueva derrota, esta vez en una de las canchas más difíciles de la competición como es el Pabellón Insular Santiago Martín ante Iberostar Tenerife.

Una derrota más en Bilbao hizo aparecer de nuevo las dudas sobre el rendimiento de Unicaja, pero a continuación llegó un trabajado triunfo ante uno de los ‘cocos’ de la competición, Valencia Basket, que devolvió la ilusión a los aficionados malaguistas. A partir de ahí, los malagueños entraron en su mejor momento de la temporada, encadenando hasta cinco victorias consecutivas en la competición liguera, destacando especialmente la cosechada en el Martín Carpena ante Herbalife Gran Canaria y que sirvió para certificar su presencia en la Copa del Rey 2018.

Mal comienzo, gran mejora

Paralelamente a la competición liguera, Unicaja Málaga retornó a la Euroliga tras un año en la Eurocup y lo hizo de la mejor manera posible, derrotando en casa al vigente campeón el Ferbahce de Zeljko Obradovic, en uno de los mejores encuentros disputados por los andaluces en la presente temporada.

Pero la exigencia y el nivel de la Euroliga sólo está al alcance de la NBA y cada rival es muy complicado de derrotar, situación que comprobó Unicaja tras sumar tres derrotas consecutivas, situándose con un balance de 1-3 tras las cuatro primeras jornadas. Los malagueños sumaron dos triunfos y otras tres derrotas en la máxima competición continental, lo que provocó que se situaran en la parte baja de la clasificación y se comenzara a sospechar en la imposibilidad de acceder a los cuartos de final de la competición.

Diciembre fue un mes propicio para el equipo entrenado por Joan Plaza, que sumó cuatro triunfos y dos derrotas en la Euroliga. El mes comenzó con derrotas como visitante ante Panathinaikos y Baskonia, pero luego llegaron triunfos como local ante Khimki y Armani Milán, y como visitantes en dos canchas muy complicadas como la del FC Barcelona y, sobre todo, la de Maccabi Tel-Aviv.

2018, en cambio, no ha comenzado con buen pie para Unicaja en la competición europea, pero el buen final de año permitió a los cajistas estar en disposición de entrar entre los ocho mejores de la competición y disputar los cuartos de final, lo que supondría un gran éxito para el conjunto malagueño.

Pese a esta irregular trayectoria, Unicaja Málaga siempre es candidato al título, pues cuenta con una plantilla amplia y competitiva, y con uno de los mejores entrenadores del panorama nacional y europeo, lo que unido a la experiencia de la temporada pasada y a su capacidad demostrada de vencer a los ‘grandes’ le hace contar con opciones de levantar el título, pese a que su primer partido le enfrente al Real Madrid, máximo favorito para proclamarse campeón.

Recordar la gloria

Unicaja Málaga es uno de los pocos equipos que saben lo que es ganar la Copa del Rey. Fue en la edición celebrada en 2005 cuando el equipo entonces entrenado por Sergio Scariolo conquistaron el trofeo tras derrotar a Etosa Alicante en cuartos de final, Valencia Basket en semifinales y al Real Madrid en el partido por el título, haciéndose así con su único trofeo en esta competición hasta la fecha.

Desde entonces, Unicaja sólo ha alcanzado la final en la edición de 2009, mientras que suma cuatro ocasiones en los últimos nueve años en que no ha logrado clasificarse para esta competición, un dato negativo pues por historia y presupuesto, es uno de los equipos que debería estar siempre en la parte más alta de la clasificación.

La esperanza se llama Nemanja

Buena parte de las esperanzas de Unicaja Málaga en la Copa del Rey en particular, y en la temporada en general, pasan por las manos de Nemanja Nedovic. El escolta serbio es el referente anotador del conjunto malagueño y, si está en forma, es uno de los mejores jugadores del Europa. Esta temporada, el balcánico ha sufrido diversos problemas físicos y está rindiendo un punto por debajo de lo esperado, lo que sumado a su irregularidad no le han permitido brillar como corresponde a su calidad.

Nedovic promedia 12,5 puntos y 10,5 de valoración en Liga Endesa, mientras que en Euroliga aumenta sus prestaciones, sumando 15,8 puntos y 14,6 de valoración por partido. Además, el serbio llegará entre algodones a la Copa del Rey, pues una lesión le ha impedido disputar los últimos encuentros. Si el balcánico no llega en condiciones óptimas, la esperanza de Unicaja Málaga será Giorgi Shermadini, uno de los jugadores más dominantes en la pintura y que en las últimas semanas ha mejorado su rendimiento, situándose entre los jugadores más valorados de la Liga Endesa.