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 Philadelphia 76ers: sin líder no hay "Proceso"

Tras la salida de Butler y la llegada de Horford, las ilusiones eran muchas en Philadelphia, pero un 39-26 no es suficiente para salir a competir de verdad por un título, y el tiempo a Brown se le está agotando.

 Philadelphia 76ers: sin líder no hay "Proceso"
Ben Simmons / Fuente: NBA.com
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Por Álvaro Ayuso

Jimmy Butler no está. Jimmy Butler se fue. Pero la ambición no se escapaba de la vida de los 76ers. La temporada 2018-2019, terminaba para ellos con un tiro de Kawhi Leonard sobre la bocina que los dejaba fuera de las Finales de Conferencia. "El Proceso",parecía haber llegado a su final en la temporada 2017-2018, y cuando todo parecía a favor de los de Philadelphia, Toronto se impuso.  

Este año el plan de los Sixers, sin un Jimmy Butler cansado de esfuerzo sin recompensa, era hacerse con un nuevo líder adulto para el proyecto, alguien con más experiencia que Embiid y Simmons para poder calmar a la plantilla en los momentos difíciles. Y ese nombre fue el de Al Horford. Al pívot se le sumaban Josh Richardson y Matisse Thybule, el rookie del equipo. Y como nombres menores llegaron Kyle O’Quinn, Trey Burke y Neto.  

En cuanto a salarios, esto supuso que la franquicia ocupara el duodécimo puesto en cuanto al mayor gasto. 8 millones les cuesta un Ben Simmons que este verano empezará a pedir mucho más dinero, 32.7 Tobias Harris y 28 Horford, no quedándose lejos Embiid, con 27.5 millones.Fue criticada la masa de dinero ofrecida a Horford, ya que parecía un contrato desorbitado si se comparaba con el del Embiid, considerado el jugador franquicia. 

Quisieron iniciar la Regular Season con un quinteto titular formado por Embiid, Horford, Harris, Richardson y Simmons, pero el rendimiento de los Sixers hasta el parón por el COVID-19, ha sido bueno, pero lejos de lo esperado. Son sextos de Conferencia, y aunque se nota el talento, falta algo, está claro que falta algo.  

Entre lesiones e inseguridades, Embiid y Simmons no parecen dos estrellas compatibles, no parecen complementarios si lo que quieren es ganar un campeonato. Cuando los dos están en cancha, los Sixers tiene un rating ofensivo de 104.4 puntos cada 100 posesiones. Cuando Embiid no está, el valor sube hasta los 106.9 puntos de rating.  

Al revés, la situación es la misma. Cuando Embiid está en cancha estando también Simmons, el rating neto del equipo es de +0.9. Cuando juega el africano con el oceánico sentado, el valor crece a +11.2.  

Hay demasiadas preguntas acerca de quién de los dos es el problema, pero está claro que o uno necesita un base con más tiro, u otro necesita a un pívot capaz de abrirle paso en la pintura de mejor forma. Solo el tiempo dirá quién es el elegido para quedarse, y quién lo es para marchar.  

Horford llegó para complementar a Embiid, pero no parece que haya conseguido su objetivo. Han jugado tan solo 535 minutos juntos, y durante los mismos, el rating neto de los 76ers es negativo, de un –1.3. En el rating ofensivo no son demasiado mejores, con un escaso 100.6. 

Durante los momentos en los que Horford descansa en banquillo, el rating neto del equipo se dispara a +8.5. Cuando decansa Embiid, parece repetirse el efecto, pasando a ser de +5.2.  

Sumando a Harris a esta ecuación, en 494 minutos compartidos por los tres en esta temporada, obtuvieron resultados parejos en cuanto a rating ofensivo, de 101, y defensivo, de 100.9. 

Brett Brown es una duda en sí mismo. Él ha vivido desde el banquillo todo el proceso, aquellas temporadas en las que los Sixers se hacían con sólo 10 victorias, y ha sabido liderar a sus jugadores hasta las 52 y las Semifinales de Conferencia.  

Ya había rumores de que cesaría su liderazgo durante el verano pasado, y esta temporada no han hecho más que aumentar. Su juego parece estancado, no hay novedad, todo parece demasiado predecible, demasiado desganado, y no parece estar siendo capaz de llevar a dos grandes estrellas a ganar los anillos por los que están trabajando.  

Hay aspectos positivos en el equipo, como uno de los rookies más silenciosos de la RS, Matisse Thybulle, que empieza a erigirse en el perímetro como un digno defensor en la NBA. 2,6 robos y 1,3 tapones en 36 minutos ha promediado el joven de Arizona.  

No cabe duda cuando se habla del fallo de Philadelphia, y con estos datos ha quedado claro. Falta de cohesión y de liderazgo. Una de las mejores plantillas de la liga está dividida entre el liderazgo interior o el exterior, entre el 5 o el 1, entre Embiid o Simmons. Dos jugadores preparados para marcar una era, simplemente están marcando un olvido a medio gas que no acaba de arrancar en el Este.  

Han sido esta temporada superados por todos sus competidores directos; Bucks, Raptors, Celtics, Pacers y Heat; y han obtenido la sexta posición porque aún peor que ellos se encuentran los Magic y los Nets, que tampoco parecen arrancar.  

Llevan prometiendo a sus aficionados el anillo infinidad de tiempo, pero no parece llegar. Hay que tomar decisiones, recortar salarios, moverse en la Agencia Libre. Hay que decantarse por el liderazgo de alguien si quieren conseguir llevarse unas Finales, o al menos disputarlas.  

Quizá la solución también está en crear nuevas jugadas, en poder sorprender a rivales y a la afición, cansada de ver siempre los mismos problemas, las mismas carencias y las mismas decepciones. Quienes llevaran al pasado ganador de la NBA a siete partidos, hoy no parecen conseguir sus metas más asequibles.  

El problema pudo haber sido explicado por Butler, que prefirió irse a liderar un proyecto en solitario, a seguir aguantando la falta de cabezas de cartel en la cancha. ‘’Cualquier día, yo como persona y como jugador, no sabía quién estaba al cargo. Creo que eso fue lo más importante. No sabía qué demonios esperar cada vez que iba al gimnasio, al avión o al partido. Estaba perdido’’.  

Butler se fue. El lanzamiento de Kawhi entró. La fe en Philadelphia no está perdida, pero su futuro, no parece mucho mejor.