El Real Madrid vuelve a la Final de la Copa del Rey tras pasar por encima del Valencia Basket. Una gran actuación coral de los de Chus Mateo, con cinco jugadores logrando pasar la decena en anotación, fue suficiente para certificar el pase a la gran final. Dos acelerones merengues, uno en el primer parcial para encarrilar el encuentro (16-0) y otro en el tercero (19-2) para cerrar el partido, hicieron trizas al Valencia, muy lastrado por las personales de Davies.
La Costa del Sol le está sentando bien a un Real Madrid que no se lleva la palma desde 2020. El ahora 52 veces finalista del torneo opta a ganar su 29ª Copa del Rey ante el Barça Basket, un clásico que sin duda alguna será intenso a pensar de que los blancos partan como favoritos; a un partido puede pasar cualquier cosa. Los culés eliminaron sin problemas al Lenovo Tenerife, arrasadores con un 40-8 en el segundo cuarto que decantó definitivamente el encuentro. Los dos finalistas sacaron el rodillo en sus respectivos encuentros y como resultado, la Copa del Rey cerrará su edición malagueña con El Clásico.
Un Real Madrid avasallador
Los de Mumbrú arrancaron pisando fuerte con dos triples de Davies, pero el arreón inicial se quedó en una simple ilusión tras dos faltas del pívot en tres minutos. Obligado a sentarse en la banca, los taronjas quedaron descabezados y empezó el descontrol madridista. Un parcial de 16-0 firmado por la actuación de Musa en la penetración, y bastante fomentado por los diez tiros consecutivos fallados de los valencianistas alejaba mucho al Real Madrid en el marcador. Los valencianistas no se quisieron despegar y gracias a un empujón final solo quedaron a seis puntos (23-17.)
En el segundo cuarto los toronjas apretaron con todo lo que tenían para acercarse a los de la capital, en varias ocasiones se quedaron a tres puntos pero un Sergio Llul reactivado tras su lesión le endosó a los chés ocho puntos consecutivos. Hezonja desde el triple puso el +9 después de un gran parcial blanco que redujo aún más las esperanzas de los de Mumbrú. Así llegó el encuentro al descanso con el 48-39 campeando en el electrónico. En el descanso se presenció un bonito homenaje a Dani Hierrezuelo, árbitro de la Liga Endesa durante 28 temporadas y que puso fin a su larga trayectoria al finalizar la pasada campaña.
El Real Madrid salió como un caballo desbocado de vestuarios, duro en defensa con Yabusele y Poirier bajo el aro, a la vez que letal en ataque con el Chacho y Llul haciendo de las suyas. Brandon Davies, el último atisbo de esperanza del Valencia se borró del encuentro con la cuarta personal y así los blancos firmaron un demoledor parcial de 19-2. La diferencia llegó a rozar los 30 puntos, acabando el tercer periodo con un 80-53. La verticalidad de los blancos sirvió para avasallar a un Valencia Basket que mostró su peor faceta durante el penúltimo parcial.
Con todo el pescado vendido, Real Madrid y Valencia Basket se intercambiaron canastas durante el último cuarto, el único en el que los valencianos anotaron más (21-25.) Los minutos de la basura siguieron transcurriendo, y sin mucho más por decidir, llegó el final del encuentro y el equipo blanco se metió en su 52ª final de la Copa del Rey.