El 2017 no ha sido el más placentero para Baskonia. Ha sido un año en el que han tenido tres entrenadores que han marcado el devenir de la entidad; en el que la mayor apuesta de los últimos años te tumba la planificación de todo el verano en el primer mes y medio de competición; en el que se marchan jugadores muy importantes y no consigues reemplazarlos; en el que no se consigue ni un solo título y ni siquiera se participa en finales... No ha sido un año fácil, pero se han conseguido cosas muy importantes.

Toko Shengelia es el capitán y pilar fundamental del equipo alavés | Foto: Saski Baskonia SAD
Toko Shengelia es el capitán y pilar fundamental del equipo alavés | Foto: Saski Baskonia SAD

De vuelta la élite

Desde la consecución de la última liga, Baskonia ha vivido momentos deportivos muy duros, muchas apuestas han salido fatal y han habido temporadas en las que la plantilla que empezaba en septiembre, no tenía nada que ver con la que llegaba a mayo. No obstante, este 2017 las cosas han cambiado. En 2016, la reaparición de Velimir Perasovic conllevó que un grupo de jugadores desconocidos, que no estaban en la agenda de los grandes de Euroliga, alcanzara la Final Four de Berlín. En 2017, Sito Alonso mantuvo al equipo en los primeros puestos de la nueva Euroliga y devolvió a Baskonia al mapa de la élite europea.

El mayor hito de la entidad gasteiztarra este año no ha sido deportivo, sino administrativo. En el Fernando Buesa Arena ya no se alquilan taquillas para un año, se habilitan para los próximos tres. La directiva vasca, comandada por Josean Querejeta, ha hecho una labor inteligente pero arriesgada en los últimos dos años fichando jugadores que sabían que no volverían a Vitoria después de las vacaciones, pero que aseguraban al club un rendimiento inmediato y buenos resultados. Este ha sido el germen que ha provocado que hombres de primera fila europea como Tornike Shengelia, Jayson Granger o Jannis Timma prolonguen su estancia en la capital alavesa. 

Baskonia ya no hurga en equipos sin nombre en busca de promesas o estrellas estrelladas | Foto: Saski Baskonia SAD
Baskonia ya no hurga en equipos sin nombre en busca de promesas o estrellas estrelladas | Foto: Saski Baskonia SAD

Baskonia ha dejado atrás aquella época en la que la especulación era el orden del día en los fichajes veraniegos y, después, con el otoño cayendo sobre el Buesa, echaba la caña en un río en el que pescaba más errores. Ahora, los buenos jugadores quieren ir a jugar a Vitoria, porque ven que hay un proyecto fiable con una afición ilusionada y hambrienta de títulos importantes. 

Pero aún se cometen errores

Aunque Baskonia ha construido más sobre seguro este año, la directiva sigue apostando por piezas que si salen bien te pueden dar un salto de calidad brutal y puedes pasar de ser un equipo que aspira colarse en Top8 de Euroliga, a ser un rival a batir para acceder a la Final Four. Este año, jugadores como Jordan McRae han sido esa pieza diferencial que puede hacer soñar a la afición con una nueva final a cuatro, pero ha acabado en un cajón que guarda bajo llave Alfredo Salazar con otros nombres como Andrea Bargnani, Sasha Vujacic o Lior Eliyahu, jugadores que venían a comerse Vitoria y no han llegado ni al aperitivo. 

Mas el jugador norteamericano no ha sido el fracaso más importante del club este año. Ha sido una pieza aún más importante, una figura que prometía marcar una época en el baloncesto europeo, pese a no tener ninguna experiencia, una personalidad que ha atraído a jugadores muy importantes a Baskonia. Ese hombre es Pablo Prigioni. Por todos es sabido que el argentino siempre ha sido la prolongación de su entrenador en la pista, es de los jugadores más inteligentes que ha vestido la zamarra alavesa, está destinado a marcar una época en los banquillos, pero ese momento todavía es lejano. A Prigioni le ha venido muy grande un equipo de Euroliga, pese que tanto él como, toda la afición baskonista (quitando algunos escépticos), le creían capaz de dirigir al conjunto gasteiztarra y llevarlo a cotas altas. Pero no ha sido así. Para muchos aficionados, pero sobre todo para Pablo Prigioni, ha sido un golpe durísimo. Pero...

Pedro Martínez ha dado un vuelco a Baskonia y ha hecho que la hinchada vuelva a creer en el equipo | Foto: Saski Baskonia SAD
Pedro Martínez ha dado un vuelco a Baskonia y ha hecho que la hinchada vuelva a creer en el equipo | Foto: Saski Baskonia SAD

...llegó Pedro Martínez

Aunque lleva poco tiempo al cargo de Baskonia, el técnico catalán ha dado motivos a la afición baskonista para creer en él. Cogió al equipo con 0-4 en Euroliga y con una sola victoria en la liga Endesa y acabará el año rozando el Top8 de la máxima competición europea y mordiendo la cabeza de serie para la Copa del Rey de Gran Canaria 2018.

Pedro Martínez ha devuelto a Baskonia al lugar que se ganó meses antes Sito Alonso y ha hecho creer a la hinchada azulgrana que el techo del equipo es muy alto en un momento en el que se daba la temporada por perdida. 

La afición baskonista se identifica con el equipo actual y hay una buena comunidad con la grada | Foto: Saski Baskonia SAD
La afición baskonista se identifica con el equipo actual y hay una buena comunidad con la grada | Foto: Saski Baskonia SAD

El ex de Valencia Basket ha dado un salto de calidad a una de las mejores plantillas que ha visto el Fernando Buesa Arena en los últimos años, y eso que las dos campañas previas había mucho nivel, pero este conjunto tiene un sistema propio que le viene como anillo al dedo y una identidad que plasma en cada encuentro y que representa el Carácter Baskonia que tanto ha faltado en esta década. 

Impelidos por los predecesores

Todo esto que se ha explicado anteriormente no podría haber sido posible sin un grupo de jugadores que será muy recordado en el Fernando Buesa Arena por las alegrías que dieron y por lo inesperado de sus resultados. 

Ese grupo es el que dirigió Sito Alonso la primera mitad de 2017. El equipo comandado por Adam Hanga, Tornike Shengelia y Shane Larkin dio muchas alegrías a la grada babazorra y al aficionado al baloncesto. El conjunto de jugadores que lideraban los tres anteriores y que secundaban Kim Tillie, Johannes Voigtmann, Rafa Luz, Jaka Blazic, Ilimane Diop, Chase Budinger, Nico Laprovittola, Rodrigue Beaubois, etc., llegó a jugar un baloncesto de mucho nivel y dio mucho espectáculo. 

El Baskonia 16-17 era muy bueno, pero les faltó músculo al final de temporada | Foto: Saski Baskonia SAD
El Baskonia 16-17 era muy bueno, pero les faltó músculo al final de temporada | Foto: Saski Baskonia SAD

Ese equipo supuso la culminación del ciclo de deriva deportiva abierto en 2012 y que ha ido trayendo a Vitoria a algunos de estos hombres, como Hanga, Shengelia o Tillie. Con este grupo de jugadores se cerró ese periodo de arenas movedizas y se ha podido construir con el ala-pívot georgiano como el pilar fundamental del proyecto y piezas como Beaubois, Voigtmann o Diop como secundarios de lujo. 

Sin embargo, aunque este conjunto de jugadores consiguió conectar con la afición y atisbó algunas pinceladas de Carácter Baskonia en momentos muy puntuales, pero poco importantes, uno de los pilares de ese equipo fue incapaz de generar simpatía con la marea gorria. Sito Alonso dejó mal sabor de boca en las gradas alavesas y su fichaje por el FC Barcelona Lassa fue celebrado por buena parte de la afición baskonista. El entrenador madrileño no hizo un mal trabajo al frente de la entidad gasteiztarra. Hizo lo que se esperaba. Llegó a semifinales de la Copa del Rey de Vitoria-Gasteiz, a semifinales de la liga Endesa y se clasificó en el octavo puesto para el Playoff de la Euroliga, en el que se enfrentó al CSKA y cayó, como era de esperar. 

Sito Alonso no tuvo buen feeling con la afición ni la directiva | Foto: Saski Baskonia SAD
Sito Alonso no tuvo buen feeling con la afición ni la directiva | Foto: Saski Baskonia SAD

La eliminación de la Copa de Vitoria fue dura, pues se tenían muchas esperanzas puestas en ese torneo y la actuación fue normal. Lo mismo se podría decir del Playoff de la ACB, no de la liga regular, ya que Baskonia se clasificó en segundo puesto. Y, prácticamente, sucede igual con la temporada en la Euroliga. La afición y directiva baskonista condenó a Sito Alonso por sólo cumplir los objetivos marcados y no salirse de los esquemas y dar una alegría extra. 

Escribiendo la historia del club

Pese a no conseguir ni un título, este año ha tenido lugar un hecho histórico para Baskonia: han retirado la primera camiseta de la historia del club alavés. El afortunado fue Pablo Prigioni, que tras ser cortado por Los Angeles Clippers, volvió a Vitoria para dar los últimos coletazos como jugador de baloncesto. La aventura, que en un principio debía ser de diciembre a junio, terminó mucho antes de lo esperado, como la de Prigioni en los banquillos, curiosamente. El base argentino se vio incapaz de aguantar el ritmo de competición y decidió colgar las botas al mes de firmar con la entidad vasca. 

La camiseta de Prigioni es la primera que cuelga en el Buesa Arena | Foto: Saski Baskonia SAD
La camiseta de Prigioni es la primera que cuelga en el Buesa Arena | Foto: Saski Baskonia SAD

Pablo Prigioni ha sido primera espada en los años más gloriosos de Baskonia. Como director del equipo ganó 1 Liga (2007-2008), 3 Copas del Rey (2004, 2006 y 2009) y 4 Supercopas (2005, 2006, 2007 y 2008). Todo aficionado al baloncesto español sabe la importancia y es por eso que el 15 de enero de 2017 se colgó la primera camiseta de la historia de Baskonia en una de las torres del pabellón.