Ambiente frío en Zaragoza, se percibía cierta melancolía en el ambiente… y sin embargo, la cercanía de Navidad no era la causa. La salida de Sergi García esta semana ha sido un varapalo importante para un equipo en plena progresión en su juego colectivo, y una pieza clave del puzle se perdía.
Pero la Liga sigue… y tocaba medir la resiliencia de los aragoneses. Aunque quien visitaba hoy las tierras del Ebro no era ninguna perita en dulce…un bloque de Euroliga como Unicaja era una piedra de toque quizá excesivamente dura.
De Jong sustituía a Varnado en el cinco inicial local. Neal fallaba en sus primeras acciones, mientras Unicaja con Augustine muy sólido se ponía 2-6 con apenas 2 minutos jugados. Los rojillos intentaban penetrar hacia canasta como primera opción, pero los de Plaza se cerraban bien en la pintura. Demasiadas acciones individuales en los de Cuspinera, aunque un Dragovic inspirado colocaba el 9-9 en el ecuador del cuarto. Barreiro tenía problemas para seguir Nedovic (muy fino hoy el serbio durante todo el encuentro) y Blums le sustituía para corregir el desequilibrio.
Cuando nada funciona
Pero el equipo andaluz jugaba más ordenado en ataque, y en la pista contraria el tiro exterior de los rojillos no encontraba aro. Con 12-18 Cuspinera pedía el primer tiempo muerto, tratando en encauzar una defensa lenta y poco intensa.Tras él Neal anotaba su primera canasta. Unicaja seguía jugando a placer. Con un sorprendente 15-27 se cerraba el cuarto. El cuadro malagueño se iba hasta los 7 triples, con los serbios Nedovic y Milosavljevic especialmente acertados. Sobraban las palabras.
En la reanudación nada cambiaba… Alocén entraba por Bellas y asistía a Varnado en su primera acción. Aunque era un espejismo… Tecnyconta cerraba la mayor parte de sus ataques lanzando desde el 6,75 con apenas acierto (hasta 14 intentos en los dos primeros parciales). Sólo en las penetraciones se encontraban algunos puntos. Con 3 minutos por jugar y 23-38 en el marcador, volvía Neal buscando romper la dinámica en la que había entrado el partido. Los locales elevaban ligeramente el nivel defensivo, aunque entraban en bonus 3 minutos del descanso… todo eran malas noticias. Sólo De Jong conseguía encontrar una vía de agua en la pintura, anotando 5 puntos consecutivos para poner un 30-42 a 1:57 del final que mantenía la esperanza. Un triple sobre la bocina de Suárez dejaba el luminoso con 35-51 y la sensación de que hoy no era el día. Desde el 6.75 los malagueños prolongaban la sangría con 10 dianas de 15 intentos. Demasiado fácil para un equipo de Euroliga.
Cabizbajos
Esta era la sensación que transmitían los locales en la reanudación. Y el marcador no hacía sino reflejarlo. Con 39-59 y 6:43 por jugar, en Unicaja nadie llegaba a los 10 puntos pero todos los que jugaban anotaban. Con bastante facilidad. Cuspinera rotaba y rotaba tratando de encontrar un ancla (defensiva u ofensiva) que detuviese la vía de agua. Con 52-70 terminaba otro cuarto sin historia, donde los visitantes comenzaban a reservar fuerzas ante la superioridad demostrada. Y es que el banquillo de Joan Plaza era hoy de lo más prolífico, anotando 28 puntos por 11 de su rival.
El último parcial tenía poco que aportar a lo ya visto. Sólo era un periodo para engordar las estadísticas. Tecnyconta no conseguía encadenas dos canastas consecutivas, mientras que Unicaja parecía jugar al trote sin necesidad de forzar en ningún momento. Y por si era poco, Waczynski se sumaba al festival con 11 puntos en el cuarto y 3 de 4 en triples.
Unicaja dominó el encuentro desde el primer cuarto, con solidez en el juego interior (Augustine y Shermadini no brillan pero producen en ambos lados de la pista) y una batería de exteriores que son la auténtica dinamita de este equipo. Muchos recursos para Joan Plaza en un bloque muy bien armado desde atrás.
En los locales -tras las derrotas ante FC Barcelona y Unicaja en casa-, toca hacer examen de conciencia y dar un paso al frente. Tal vez varios.