La primera gran piedra de toque del Unicaja entrenado por Joan Plaza en competición europea esta temporada no se hizo esperar, pues en la segunda jornada de la fase de grupos de la Eurocup recibía al Bayern Munich, uno de los equipos más potentes de la competición. Los dos conjuntos llegaban al encuentro en un gran momento de forma, con un balance de 4-2 en lo que va de campaña para el cuadro cajista y de 6-1 para el equipo bávaro, y el partido podría servir para dilucidar qué equipo se postula como firme candidato a liderar el grupo.

Inicio fulgurante

Los dos equipos comenzaron el encuentro muy erráticos en el lanzamiento, teniendo poca efectividad de cara al aro rival. Las canastas llegaban con cuentagotas hasta que, mediado el primer cuarto y con 6-4 en el marcador, el conjunto andaluz comenzó a abrir brecha en el marcador. Mientras los germanos no terminaban de encontrar el camino hacia la canasta defendida por Unicaja Málaga, los locales encontraron en Dejan Musli a su referente anotador, convirtiéndose en el auténtico dominador en la pintura. Al pívot serbio se sumó el acierto desde el triple, materializado en los lanzamientos de Carlos Suárez y Oliver Lafayette, que permitieron a los costasoleños finalizar el primer cuarto con una ventaja de 12 puntos (22-10).

Musli fue el mejor de Unicaja y se fue al descanso con 15 puntos 

Tras una buena reprimenda de Sasha Djordjevic, los alemanes salieron más concentrados en el segundo cuarto e intentaron minimizar la diferencia en el electrónico, si bien los malagueños continuaban muy acertados. El paso de los minutos fue equilibrando los porcentajes de acierto en el lanzamiento, y mientras Unicaja se mantenía principalmente gracias a la aportación de Musli, los hombres exteriores del Bayern Munich comenzaron a aparecer, repartiéndose las canastas hasta situarse a seis puntos a falta de dos minutos para el descanso (29-23). En los últimos 120 segundos, Dejan Musli fue el protagonista de los locales, pues consiguió cinco puntos consecutivos que establecieron el 34-26 en el marcador tras los dos primeros cuartos, una diferencia que hacía justicia a lo visto en la cancha durante los primeros 20 minutos. 

Desconexión decisiva

Lucic finalizó el encuentro con 18 puntos y 22 de valoración

Después del descanso, el conjunto teutón dio un paso adelante y comenzó a dominar el encuentro. La profundidad de plantilla visitante comenzó a hacer acto de presencia, y un parcial de 0-6 de salida estrechó el marcador (34-32), transmitiendo a la afición malagueña que el partido podría virar el rumbo. Pero Unicaja Málaga volvió a reaccionar y devolvió el parcial, consiguiendo mantener una ventaja siempre cercana a los cinco puntos hasta el tramo final, donde un nuevo arreón de los bávaros, culminado con un triple de Lucic, colocó el 46-46 en el marcador del Pabellón de Deportes José María Martín Carpena. En el último minuto, una canasta de Redding, una de Fogg y una de Renfroe llevaron el 48-50 al marcador al final del tercer cuarto.

Todo por decidir y sólo diez minutos por delante. Sin embargo, la igualdad se rompió en la primera mitad del último cuarto. Un parcial de 0-11 del conjunto entrenado por Djordjevic sentenció prácticamente el encuentro, pues el 48-61 invitaba a pensar en una resolución definitiva del encuentro a falta de tan sólo cuatro minutos para el final. A partir de ese momento, la diferencia apenas cambió y los guarismos oscilaron entre los ocho y los 13 puntos favorables a los visitantes. Unicaja siguió intentándolo pero nada pudo hacer ante el mayor acierto de los teutones, que terminaron llevándose el triunfo por 62-74.