Dulce despedida hacia la Eurocup

Valencia Basket se va de la Euroliga de la mejor forma posible, consiguiendo una victoria intachable, tanto por números como por sensaciones ante un Neptunas Klaipeda que en ningún momento tuvo opción. Tras el partido, los valencianos pasan a la Eurocup, donde lucharán por revalidar el título conseguido la temporada pasada.

Dulce despedida hacia la Eurocup
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Por Sergio Zarco

Desde el principio se vio que Valencia Basket quería despedirse de la máxima competición continental por todo lo alto. Los de Perasovic tuvieron una puesta en escena en la que más allá del acierto en ataque, destacaba la intensidad defensiva y la actitud de todos los jugadores. Fruto de esta garra, Valencia Basket se iba en el marcador rápidamente, y no tardó en pasar la barrera de los 10 puntos: (20-10). 

Parecía en este momento que llegaba la reacción visitante: Neptunas conseguía un parcial de 0-5 y reducía la diferencia a tan solo cinco puntos, aviso que provocó un tiempo muerto de Perasovic. Tras la interrupción, los Valencianos se volvían a poner el mono de trabajo, y la renta volvía a subir, esta vez hasta los 11 puntos, unos minutos en los que el equipo volvió a recuperar la paciencia en ataque de los primeros instantes de partido, y solo veía problemas, una vez más, en el apartado del rebote defensivo.

Partido roto en el segundo cuarto

lejos de relajarse, Valencia Basket apretó en los primeros minutos del segundo cuarto hasta el punto de lograr una diferencia ya definitiva. Emergía, un partido más, la figura de Pau Ribas como jugador más destacado del encuentro, y de sus manos salía el 32-17 que ya dejaba sentenciado a Neptunas Klaipeda. Con el desesperante déficit de los rebotes como principal factor, los visitantes reducían a tan solo 10 puntos la diferencia en el ecuador del segundo cuarto, y de nuevo Perasovic pedía tiempo muerto.

De nuevo, el tiempo muerto le cambió la cara al equipo, en esta ocasión, de una manera más exagerada incluso. Fueron en estos minutos en los que se produjo el mayor parcial de los locales en el partido. Valencia Basket no solo volvió a superar esa renta de los 10 puntos, sino que la aumentaba hasta conseguir la máxima del partido: 52-31. Maksvytis paraba el partido, pero Valencia Basket ya había cogido la directa, y esta vez de manera definitiva.

De más a menos en el tercero

El tercer cuarto se convertía en un trámite. Pese a que Valencia Basket empezaba enchufado (sobre todo con un Luke Harangody que anotaba tres triples en los seis primeros minutos y que ya se ponía con 20 puntos), los taronja fueron de más a menos, y se limitaron a mantener el colchón para afrontar con garantías los últimos 10 minutos de partido.

El partido transcurría de manera idílica para los locales, jugadores como Guillem Vives o Pablo Aguilar tuvieron unos minutos que les pueden devolver una confianza a la que todavía no han llegado en la actual temporada. Por parte de Neptunas Klaipeda, centraba su pobre amenaza ofensiva en el lanzamiento exterior, y con una defensa que en ningún momento pudo frenar al ataque local.

Último cuarto a modo de homenaje

Cuando parecía que el partido no iba a dar más de si al final del tercer cuarto, los de Perasovic dieron un arreón final que permitió al equipo acabar con un resultado impactante, y más en Euroliga: 103-65. Diez minutos en los que se produjeron escenas para recordar como un Alley-Hoop entre Pau Ribas y Pablo Aguilar, o dos triples consecutivos de Dubljevic que ponían el 85-50 en el marcador. Hubo tiempo hasta para el debut en Euroliga de los más jóvenes: David Guardia y Pablo Pérez, en una noche, que difícilmente olvidarán. Al final, Dubljevic y Harangody, con 19 y 20 puntos respectivamente, se convirtieron en los jugadores más destacados del Valencia Basket, mientras que Gailius, con 15 puntos y 18 de valoración, fue de lo poco salvable en los visitantes.

Pese a que la victoria no tiene ningún efecto a nivel numérico, Valencia Basket jugó el partido que necesitaba para desquitarse de los malos encuentros que ha jugado en las últimas semanas, tanto en Euroliga como en Liga Endesa. Un partido que puede servir de punto de inflexión, y representa el mayor empuje para afrontar una competición que tantos buenos momentos le ha dado al equipo como es la Eurocup.