Dos realidades diametralmente opuestas se enfrentaban anoche en el Target Center de Minnesota. Los locales llegaban con solo seis victorias en 20 encuentros, y la esperanza que despertaba el proyecto y la llegada de Tom Thibodeau siguen diluyéndose. Del otro lado, los Spurs llegaban con un record de 17-4 y sin derrotas en 12 presentaciones como visitante, a lo cual le sumaron una más luego de vencer por 105-91, en una gran segunda parte.
Los Wolves comenzaron el encuentro con una muy buena defensa y con más acierto en ataque, lo cual los llevó a liderar el primer cuarto por 22-19, y marcharse a los vestuarios con una ventaja de tres puntos. Zach Lavine acumulaba la mayor parte de sus 25 puntos en la primera mitad.
Sin embargo, un gran tercer cuarto relanzó a los Spurs en partido, que contaron con las bajas de Manu Ginóbili (descanso) y Tony Parker (lesionado el día anterior ante los Bucks, Nico Laprovittola titular), pero pese a ello un parcial de 29-18 los puso como los líderes del marcador, y la ventaja que acumularon se sumó a un muy sólido cierre del partido para vencer por 105-91 y seguir con el pleno de victorias fuera de casa
Leonard, siempre Leonard
El alero de los Spurs se confirma partido a partido como uno de los jugadores más completos de la liga. A su defensa exterior de elite, todas las temporadas ha ido incrementando sus recursos ofensivos, a tal punto de promediar 7,9 puntos a más de 24 esta campaña, emergiendo como el líder de la era post-Duncan
Contra los Wolves no fue la excepción, y luego de una primera mitad sin lanzamientos anotados, tras el descanso fue el motor de la remontada yéndose hasta los 31 puntos, con un notable 11-15 de campo (2-3 de triples), cuatro asistencias y dos robos, además de una defensa impecable sobre Andrew Wiggins, al cual dejó en solamente 11 puntos en 38 minutos. El dos veces Mejor Defensor de la NBA se quiere instalar como una de las estrellas establecidas de la liga, y liderando a los Spurs está haciendo todo los méritos.
La banca inclina la balanza
Si por algo siempre se destacaron los San Antonio Spurs fueron por tener banquillos productivos que pudieran aportar en la rotación de sus equipos. Y si hay un defecto que mucha gente le remarca a Tom Thibodeau (desde su época de Chicago inclusive) es el mal uso que hace de sus suplentes, muchas veces exigiendo de más a sus titulares o jugadores de confianza y no involucrando a todos sus miembros.
Lo cierto es que los suplentes de los texanos aportaron 42 puntos distribuidos entre los siete suplentes disponibles que tenía Gregg Popovich. Patty Mills sigue siendo el mejor en este apartado, sumando 15 puntos, cuatro rebotes, cinco asistencias, dos robos y +29 de valoración. Otros actores de reparto que acompañaron fueron Kyle Anderson (11 tantos, cinco pases, cuatro rebotes y dos robos) y Dwayne Dedmon (cinco puntos y ocho rebotes y un +17).
Los Wolves fueron la cara opuesta de la moneda a los Spurs, tal como lo vienen siendo sus rendimientos a lo largo de la temporada. Ningún titular bajó de los 31 minutos sobre la pista, yéndose Wiggins y LaVine a los 38 y Towns a los 37, lo cual pareció pasar factura al final). Thibodeau optó por utilizar solo cuatro suplentes, donde ninguno supero los 20 minutos y sumando entre todos los ingresados 24 puntos. Wiggins se quedó en 11, mientras que Towns también sumó 11 puntos pero con 3-16 en lanzamientos.
Pese a ello, el novato Kris Dunn tuvo su mejor partido desde su llegada a la liga, donde aportó los 15 de los 24 tantos de la banca, con una racha de 6-7 de campo en solo 17 minutos y dando destellos del jugador que prometia ser.
Sin embargo, jugadores como Jordan Hill o Tyrus Jones no pisaron el parqué por decisión del polémico coach, y la jugada pareció salir mal, para unos Wolves que no levantan cabeza y continúan hundiéndose en el fondo de la tabla, pese a que en las quinielas se los ubicaba para entrar a Playoffs
Los Spurs querrán seguir estirando su record histórico (superaron a los Knicks de 1969-1970 como el segundo equipo con el mejor inicio de visitante en la historia) y seguirán a la caza de los Warriors de la ultima temporada (14-0) este jueves, cuando visiten Illinois para jugar con los Chicago Bulls. Los Wolves, por su parte, buscarán salir del pozo en una difícil misión, cuando se enfrenten en un back-to-back de jueves y viernes ante Toronto en Canadá y luego recibiendo a los Pistons. Como si fuera poco, el domingo reciben a los Warriors, que llega en las antípodas de este equipo que necesita enderezar su rumbo.