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Los Raptors sudan la gota gorda para eliminar a unos Bucks muy peleones

Los de Toronto se han hecho esta madrugada con la cuarta y definitiva victoria de la serie, eliminando a Antetokounmpo y los suyos en un partido que tuvieron que luchar hasta el final.

Los Raptors sudan la gota gorda para eliminar a unos Bucks muy peleones
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Por Santiago Arxé Carbona

Los Bucks recibían esta madrugada a los Raptors para disputar el sexto partido de la eliminatoria entre ambos equipos. El marcador de 3-2 en la serie favorecía a unos Raptors que querían acabar con los Bucks de una vez por todas. Los de Milwaukee, por el contrario, tenían la intención de hacer valer el hecho de jugar en casa para forzar el séptimo partido.

El encuentro comenzó igualado hasta que los Raptors apretaron el acelerador y se marcharon en el marcador hasta llegar al descanso ganando por 13. Su ventaja continuó aumentando en la segunda mitad, hasta llegar a los 25 puntos a mediados del tercer cuarto.

Cuando parecía imposible, los Bucks reaccionaron y, gracias a un parcial de 7-34 que les colocó por delante en el marcador, estuvieron a punto de obrar el milagro. Sin embargo, los Raptors supieron jugar muy bien sus cartas en los últimos minutos y consiguieron llevarse la victoria por 92-89 y, en consecuencia, clasificarse para las Semifinales de Conferencia.

El valor del equipo

Los Bucks sabían que debían empezar fuertes desde el primer instante con tal de poder luchar por la victoria. Y así lo hicieron. Comenzaron aplicando la mejor defensa que pudieron, con un Thon Maker taponando cualquier lanzamiento en la pintura. Su defensa dio paso al ataque liderado, como siempre, por Giannis Antetokounmpo, que anotó 14 puntos en el primer periodo.

Por su parte, los Raptors empezaron con un poco menos de efectividad de la esperada. Les costó un poco coger ritmo pero, cuando lo hicieron, los Bucks no pudieron hacer nada para impedirlo. A finales del primer cuarto fue cuando DeRozan y los suyos vieron que necesitaban mover mejor el balón y empezaron a hacerlo, consiguiendo ponerse por delante en el marcador.

El segundo cuarto comenzó como acabó el primero. El movimiento de balón estaba poniendo en serios apuros a unos Bucks que estaban sufriendo mucho más a la hora de anotar. Mientras los Raptors estaban disfrutando del juego en equipo, los locales parecían solo confiar en Giannis. No es de extrañar que el griego solamente descansase poco más de un minuto en la primera parte, y en todo el partido.

La defensa de los Bucks ya no era lo que había sido en el primero cuarto y los Raptors estaban haciéndoles pagar por ello. Mientras, en el otro lado del parqué, los canadienses parecían frenar a los locales en cada jugada. Así fue como, a base de defender con uñas y dientes, los Raptors fueron capaces de marcharse en el marcador, poco a poco, hasta llegar a la media parte 13 puntos por encima (51-38).

Espíritu de campeones

El cuento no cambió lo más mínimo al comenzar la segunda parte. Y es que la primera mitad del primer cuarto fue un auténtico dominio de los canadienses. Seguían moviendo el balón a una velocidad endiablada y tenían loca a la defensa de los Bucks. Sin hacer demasiado ruido los Raptors estaban ahogando a los locales, lo que les llevó a realizar un parcial de 20-8 y marcharse de 25 puntos en el marcador.

Aun quedaba mucho encuentro, pero todo parecía perdido para unos Bucks que no daban buenas sensaciones. Pero, de pronto, algo cambió. Sin comerlo ni beberlo, los Raptors dejaron a un lado el movimiento de balón que tan bien les había funcionado para dedicarse a hacer penetraciones y ataques individuales sin ningún tipo de sentido.

Los locales vieron, entonces, una pequeña oportunidad. Empezaron a tapar líneas de pase y a mejorar su defensa. Volvieron a creer. La energía en el estadio y en los jugadores había cambiado por completo. Tanto Giannis como algunos jugadores secundarios parecían haber vuelto a la vida y comenzaron el camino de la remontada.

Del 71-46 pasaron, en los cinco minutos que restaban del tercer cuarto, al 74-61. Un magnífico parcial de 15-3 que les volvía a poner al alcance de sus rivales. La inercia continuó en el último cuarto, en el que los Raptors parecían aún más perdidos. La energía de los Bucks era cada vez mayor y no parecían tener intenciones de parar. No lo hicieron. Siguieron atacando, defendiendo y luchando cada balón hasta conseguir ponerse por delante 78-80. Nada más y nada menos que un parcial de 7-34 desde aquella, ya inexistente, desventaja de 25 puntos.

Lo que parecía imposible estaba más cerca que nunca de suceder. Faltaban tres minutos y estaban por delante en el marcador. Pero DeRozan reaccionó y con él, lo hicieron los Raptors. A falta de dos minutos, el marcador estaba empatado a 82. Los canadienses, que hasta hace unos segundos parecían acabados, habían despertado.

Apareció Cory Joseph y anotó un triple, volviendo a poner a su equipo por delante. Entonces, la presión pareció acabar con los Bucks. Ya no tenían las mismas sensaciones, ni la misma facilidad para anotar. Fue ahí cuando llegó el mate de DeRozan. Un mate que se les clavó en las costillas a jugadores y aficionados de Milwaukee. Un mate que les sentenció. Y lo intentaron. Lo intentaron hasta el final. Con un grandísimo triple de Jason Terry que volvió a acercarles. Pero ya era tarde.

Los Bucks estuvieron a punto de hacer lo imposible. A punto de remontar 25 puntos y forzar un séptimo partido. En el año de remontadas que se han vivido en el mundo del deporte, la gesta de los ciervos parecía encajar. Pero no pudo ser. Los Raptors se hicieron con la victoria por 92-89 y acabaron con los sueños de los de Milwaukee.

Claves del partido

No cabe duda de que el partido ha tenido dos claros protagonistas. Por parte de los Raptors, ha sido DeMar DeRozan quien ha cogido la batuta en la mayor parte del partido, anotando con mucha más facilidad que sus compañeros. En el bando de los Bucks ha vuelto a ser Giannis Antetokounmpo quien ha liderado a su equipo en todo momento.

El escolta del conjunto canadiense ha sido capaz de anotar 32 puntos en un efectivo 50% de acierto y de robar cinco balones que han acabando siendo claves para la victoria. A nivel anotador, le ha vuelto a acompañar Kyle Lowry, con 13 puntos y un 55.6% en tiros de campo. Pese a solo anotar cinco puntos, Cory Joseph también ha sido clave en el encuentro, ya que todos sus puntos han llegado en los últimos 90 segundos del encuentro. Es más, entre DeRozan y Joseph han anotado 12 de los últimos 14 puntos del equipo y han sido los mayores responsables de la victoria en los instantes finales.

Los Bucks, por su parte, lo intentaron todo. Antetokounmpo ha jugado más de 46 minutos y ha luchado como un jabato, acabando el encuentro con 34 puntos, nueve rebotes, tres asistencias, dos robos y dos tapones, todo con un 56.5% de acierto. Lamentablemente para él, le ha acabado pasando factura su mediocre acierto en tiros libres, ya que solo ha llegado a anotar el 54%. Khris Middleton, con 19 puntos, o Thon Maker, con cinco tapones, han sido hombres clave a la hora de mantener el equipo a flote; como también lo ha sido la energía y competitividad de Matthew Dellavedova.

La andadura de los Bucks acaba aquí esta temporada, pero su sueño no ha hecho nada más que empezar. En estos playoffs no han parado de demostrar que son un equipo a tener en cuenta y van a dar mucha guerra. Los Raptors, por otro lado, avanzan a la siguiente ronda, donde deberán enfrentarse a los Cleveland Cavaliers. LeBron y los suyos son los rivales a batir en la Conferencia Este y todo apunta a que los aficionados van a poder disfrutar de una gran serie.