Los Memphis Grizzlies tienen marca de 2-0, invictos en la poderosa Conferencia Oeste después de vencer a Golden State en casa el pasado sábado por la. El mundo de la NBA estaba conmocionado ya que era la segunda derrota en tres partidos de los actuales campeones. La franquicia de Tennessee demostró que, a pesar de la etiqueta de equipo en reconstrucción, son un proyecto serio y sólido. Con un gran trabajo consiguieron desquiciar a dos MVPs como Stephen Curry y Kevin Durant.
La defensa de los Grizzlies fue apoteósica y se mantuvo firme todo el juego. Ahora que los aficionados han celebrado tan sorprendente victoria toca centrarse, en el que para muchos es el segundo equipo más potente del Oeste.
Los Houston Rockets son los anfitriones de este gran partido. Los de Texas (3-0)también cuentan sus partidos por victorias, también han derrotado a los Warriors en el partido inaugural tras un partido lleno de emoción y anotación. A pesar de hacer muchos cambios en verano con el megafichaje de Chris Paul y la adhesión de Mbah a Moute y P.J. Tucker, los Rockets juegan de manera similar a los de 2016-17, y eso es muy buena señal, mientras regresa Paul, James Harden es el que lleva el peso de la creación del juego.
Como vimos en el partido del pasado sábado los Grizzlies están cómodos esta temporada jugando a un ritmo rápido en sus posiciones, para sorpresa de oponentes después de la experiencia de los últimos años donde el juego en el poste y el agotamiento de sus posiciones era la tónica habitual. Houston también disfruta de un ritmo rápido, con Harden orquestando una máquina de puntuación de gran potencia y largo alcance sin problemas. Este equipo ha encestado seis de cada diez tiros en sus tres partidos de temporada pero aún no se han enfrentado a equipo más alto que ellos y el equipo comandado por Marc Gasol pueden hacerles mucho daño en la pintura y ser despiadados en defensa. El '33' de los Grizzlies tuvo un gran partido contra Golden State. Si juega como lo hizo el sábado pocos jugadores en la liga serán más dominante en el inicio de la temporada.
La clave para los Grizzlies pasa por contener a La Barba. El candidato al MVP promedia 27.7 puntos 8.7 rebotes y 4.0 asistencias por partido. Esos números sumados a un organigrama de equipo que juega de manera sublime en ataque vuelven a confirmar este inicio de que el sistema de Mike D'Antoni funciona. Es difícil parar a un jugador con tantas armas como Harden, si defienden bien su tiro intentará entrar a canasta buscando el 2+1. La defensa de los Grizzlies será exitosa si consiguen alejándolo de la pintura y no dejarle espacio en su rango de tiro.
Si a esta defensa se le suma que Mike Conley siga inspirado con su varita de director de orquesta y que el banquillo, con jugadores como Evans, Parsons o Chalmers.
En general, esta noche es una buena prueba para los Grizzlies. Se sabrá, por fin, cómo querrá jugar Fizdale esta temporada; si sigue con el mismo estilo que las temporadas pasadas o por el contrario sigue la línea del partido contra los Warriors.