Transcurría el segundo parcial entre Denver Nuggets y Los Angeles Lakers. En concreto, quedaban 6:20 para llegar al descanso y el marcador reflejaba una ventaja muy clara para los de púrpura y oro (50-32). Tenían el encuentro de cara, pero una pérdida de papeles de Mike Malone iba a acabar con este y Nikola Jokic expulsados.

Instantes antes, Jamal Murray intentaba anotar pero fallaba. Sin embargo, el rebote iba a parar a manos de su compañero serbio que, por dos veces, intentó encestar sin éxito en una jugada en la que el jugador reclamó falta.

Pero el detonante fue la reacción de Malone. El técnico no pudo controlarse e invadió la pista para protestar, de manera muy airada y muy cerca del rostro del colegiado, la acción que acababa de suceder. Ante esto, el trío arbitral no dudó y mandó al entrenador de los Nuggets hacia vestuarios. Se había pasado.

No obstante, llamó mucho más la atención la expulsión de Jokic. En las imágenes no se observa que haga grandes gestos como para sufrir el mismo destino que su entrenador. No parece suficiente para dejarle fuera del encuentro, aunque una vez tomada la decisión el serbio se resignó rápidamente y se marchó cabizbajo.

Tras todo esto, el camino hacia la victoria quedó despejado para los Lakers, que al descanso ya mandaban por un contundente 70-48. Además, para más inri de la franquicia de Colorado, Paul Millsap se lesionó y solo pudo disputar 13 minutos.

En Denver se habían quedado sin sus dos superestrellas y sin la pizarra de Malone. Un día para olvidar y que maquillaron, principalmente, Gary Harris (20 puntos) y Wilson Chandler (17), que dejaron el resultado final en un 127-109.

De esta manera, los Nuggets se quedan con un récord de 9-7 en la sexta posición de la Conferencia Oeste. Por su parte, los Lakers celebraron la séptima victoria de la temporada y lo hicieron, además, con el segundo triple-doble de Lonzo Ball. Gran día para unos, horrible para otros.

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Sobre el autor
Josep Falagán
Periodismo UCM. Redactor en NBA VAVEL.