La fase de grupos del campeonato del mundo de balonmano ha llegado a su fin. Las selecciones ya conocen si pueden seguir el camino hacia las medallas, o si se tienen que conformar con la President´s Cup. En este punto, los Hispanos ya conocen a su rival de octavos, Brasil, a quienes se enfrentarán esta tarde (20:45 por teledeporte). Pero si hay alguien que los conoce a la perfección, ese es el seleccionador Español, Jordi Ribera, quien estuvo al mando de la selección carioca en dos periodos olímpicos; de 2005 a 2008 y de 2012 a 2016.
Jordi Ribera entrenó a Brasil entre 2005 y 2008 y de 2012 a 2016.Ribera ya admitió en su presentación como seleccionador nacional que “el reto de España poco tenía que ver con el trabajo que había hecho en Brasil”, porque cogió a una selección poco acostumbrada a verla en torneos internacionales, y la llevó a lo más alto. Hizo campeona a Brasil del Campeonato Panamericano en 2006 y 2008, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Además, llegó a los octavos de final del mundial 2013 y consiguió la séptima plaza en los Juegos de Río, donde perdió contra la todopoderosa Francia.
Pero no solo en lo deportivo influyó Ribera a la selección canarinha, sino también en lo personal. Se dedicó a buscar talentos jóvenes por todo el país, impulsó el balonmano brasileño, formó a futuros entrenadores, y consiguió poner a Brasil en el panorama internacional balonmanístico. Además, la mayoría de los jugadores que hoy luchan por continuar en el Mundial, deben su presencia a Jordi Rivera, quien les formó durante años.
Caminos diferentes
Si algo ha diferenciado a Brasil y España en este mundial, es el cómo han llegado hasta octavos. Mientras que los Hispanos han conseguido un pleno de victorias, la canarinha ha logrado su clasificación con tan solo dos triunfos.
Los brasileños comenzaron su andadura en el mundial de la manera más complicada posible, en el partido inaugural contra el anfitrión. Francia barrió a su rival, venciendo 31-16, ante más de 15.000 espectadores. Tres días después, y aunque aún fuera en la segunda jornada, consiguieron una importantísima victoria ante Polonia (28-24), ante uno de sus –a priori- rivales para conseguir la clasificación. Después venció con más problemas de los esperados a Japón (27-24), la selección más débil del grupo A.
Terminó la fase de grupos con dos derrotas seguidas, la primera contra Noruega (39-26), y en la última jornada contra Rusia (28-24). Así pues, los brasileños consiguieron clasificarse como cuartos de grupo. La nota negativa la marcó la lesión de Thiagus Petrus, el jugador más importante de su selección.
Por el contrario, los Hispanos han accedido a octavos de final de la mejor manera posible, pleno de victorias, y dando la sensación de que puede luchar por las medallas. Comenzó el mundial de una manera difícil, ya que el primer partido enfrentó contra Islandia, y debido a los nervios e imprecisiones típicas del debut, ganó en una muy buena segunda parte (27-21). Después llegó la campeona africana, Túnez, a la que, a pesar del resultado ajustado (26-21), ganó cómodamente al disfrutar de ventajas en todo el partido.
La tercera jornada le enfrentó a la segunda selección africana del grupo, la que ha sido la “cenicienta”, Angola. Un partido sin mucha historia donde España ganó sin problemas 42-22. Las dos últimas jornadas suponían las más difíciles para los hispanos, ya que enfrentaba a Macedonia primero, y a Eslovenia después (máxima rival por la primera posición del grupo), pero, los de Jordi Ribera respondieron de la mejor manera, mostrando su mejor faceta en el primero de los partidos ganando 25-29, y jugando el mejor partido de lo que llevan de mundial, venciendo a los de Veselin Vujovic por 36-26, consiguiendo la primera plaza del grupo B.