Después de llevarse Danny Van Poppel la primera etapa en una llegada masiva, hacerse el Astana Team en la contrarreloj por equipos de la segunda etapa y terminar llevándose de nuevo la tercera etapa Van Poppel, la Vuelta a Burgos continuaba este viernes con la disputa de la cuarta etapa, en la que los corredores debían recorrer los 145 kilómetros que separaban Aranda de Duero y Lerma, teniendo como primer escollo el Alto de Majadal (3ª), el cual se debe superar en dos ocasiones, continuando con las metas volantes de Puentedura, solventando este en dos veces y Quintanilla del Agua, para terminar con una llegada en tramo de adoquín que sin duda haría las delicias del público presente.

Una jornada más, y ya era la tercera, la actividad desde el comienzo de la etapa era frenética, con muchos ataques que terminaban con Jesper Asselman (Roompot), Marino Kobayashi (Nippo-Vini Fantini), Amets Txurruka (Orica – BikeExchange), Jacques Janse Van Rensburg (Dimension Data) y Lluis Mas (Caja Rural - Seguros RGA) formando la escapada del día, contando no solo con el beneplácito del pelotón, sino también con un buen entendimiento entre ellos, en lo que era un quinteto de lujo. Hasta los tres minutos se fue la renta, empezando a trabajar rápidamente el Team Sky para controlar la etapa, buscando así llegar al final con opciones de triunfo en el grupo mayoritario.

El ritmo fue tranquilo durante los primeros compases de la jornada, pero con el paso de los kilómetros Sky aumentó su marcha hasta bajar de los dos minutos de diferencia con los escapados a cincuenta kilómetros de la línea de meta, no siendo hasta los treinta kilómetros finales cuando se desataría la batalla entre los cinco fugados, siendo capaces Lluis Mas y Jacques Janse Van Rensburg de irse en solitario dejando en la estacada a Asselman, Txurruka y Kobayashi. Ambos ciclistas conseguían abrir hueco mientras por detrás la distancia que les separaba del pelotón se iba recortando a pasos agigantados, no siendo hasta los últimos siete kilómetros de la jornada cuando terminarían de ser neutralizados.

Con siete mil metros para el final, el viento soplaba de costado en las abiertas carreteras burgalesas, lo que hizo que Katusha tomara la cabeza del pelotón, metiera cuneta y empezara el espectáculo de los abanicos. La escuadra rusa conseguía su principal objetivo de romper el pelotón a tres kilómetros para la línea de meta, quedando alrededor de veinticinco corredores en el corte. El trabajo por detrás daba sus frutos a poco más de un kilómetro, uniéndose ambos grupos para decidirse todo en una llegada masiva. La dureza final permitía a Nathan Haas arrancar en la última rampa para imponerse con clara superioridad a Jean-Pierre Drucker y Patrick Bevin. Van Poppel, Tsatevich, Meersman y Vliegen completaron el grupo cabecero, llegando el pelotón a tres segundos. Este sábado se llevará a cabo la última etapa con el duro final en las Lagunas de Neila, partiendo Gianni Meersman como líder de la prueba, teniendo el mismo tiempo que Dmitriy Gruzdev, Michele Scarponi y Dario Cataldo.

Clasificaciones tras la etapa